La mayoría de las agresiones homófobas son de personas que no conocen a quienes agreden. Es un patrón indicado en situaciones como la de Samuel Muñiz, atacado por un grupo de jóvenes en una confusa noche española.
Como una contribución a la geolocalización de los actos homófobos, el joven describió a Galizia como un lugar “conservador pero al mismo tiempo es tranquilo, es una sorpresa que hayan asesinado a una persona”. “Es extraño para una comunidad tan pequeña como Galicia”, insistió.
Carlos Barea dio detalles de la investigación española para conocer qué ocurrió con Samuel Muñiz, un joven gay asesinado en Galicia. “Los colectivos estamos reivindicando que se trate el caso como un delito de homofobia”, indicó el activista en diálogo con Sin Aportes.
“Se ha instalado en la política española identificar al enemigo como inmigrante, el lgbt, la feminista, se crean bandos alimentados por la ultraderecha”.
“Se pone en duda el discurso de la víctima”, dijo además acerca de las declaraciones de la amiga de Samuel Muñiz, la principal testigo de esa noche. La comunidad española organizó marchas y pedidos públicos por justicia. Barea se lamentó por la “situación que creíamos superada en nuestro país”.
“A nivel legislativo, el problema que encontramos con todo esto es que las leyes están muy bien y son muy importantes para tener los mismos derechos que el resto de la población, pero el problema es que la homofobia estructural no se ha abordado. Desde que se aprobó el matrimonio igualitario en 2005 hemos tenido una sensación de victoria, nos hemos relajado porque pensamos que se había conseguido todo”, reflexionó el español.
Por ello, consideró la importancia de avanzar en una educación para la diversidad, que reconozca y respete otras formas y condiciones de vida. “Necesitamos educar en la diversidad para que no ocurran estos hechos”, advirtió Barea.
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