El cantautor y guitarrista Coqui Ortiz se presenta este sábado en el festival «Esto Tambien Esta Sonando» en el Parque 2 de Febrero de la ciudad de Resistencia, Chaco. A partir de las 16, se podran ver a más de 15 artistas repartidos por dos escenarios para poder celebrar la diversidad musical del Litoral argentino.
-¿Qué espera de su presentación del sábado y de esta nueva edición del Festival “Esto También Esta Sonando”?
Este festival para mi va a estar muy bueno, en la grilla veo nombres que no conozco entonces me gusta y me divierte que se invite a varios artistas de otros géneros diferentes al mío. Quiero conocer a todos los que llegan y me parece bien que haya una mezcla de artistas de “otros palos”. Me alegra y agradezco que siempre se acuerden de mi para este tipo de eventos. La grilla es muy buena, es variada y también el lugar que se eligió para hacerlo este año es buenísimo y espacioso, va a ser una buena presentación.
-Al ser chaqueño y conocer bastante a la movida musical por su cantidad de años de carrera ¿Que opina de la escena musical del litoral? Sobre todo, con la inclusión de estos festivales masivos.
Para mí, Resistencia está muy bien en sentido cultural; hay muchos buenos artistas. Por suerte la cultura de esta parte del país es muy buena, se extiende bastante y hay muchos espacios musicales para poder desenvolverse.
-Año tras año, en la Fiesta del Chámame en Corrientes por ejemplo, hay cada vez más artistas jóvenes ¿Tendría algún consejo o palabras para decirle a los jóvenes que quieran adentrarse en el chámame clásico o en la trova?
Considero que está bien que haya nuevos artistas y que deben innovar, obviamente es correcto volver a las raíces y a los maestros para inspirarte o re versionar. Me parece correcto tener un buen manejo tanto de los instrumentos como de la letra, para la buena ejecución del poema. Estoy muy contento de que la movida joven siga el camino de este género y le aporte su reversión a la cultura. Esta región tiene un nivel cultural muy valioso y los legados son para continuarlos, siempre sumando ideas y tomando inspiración. Quizás algo que hoy se haga, en 50 años será un gran clásico como nosotros consideramos hoy a los maestros del chámame.
-Pasando a su talento de letrista ¿Tiene alguna inspiración para escribir? Ya sea sobre situaciones viejas, nuevas o quizás prestadas. Hay canciones que capaz no hablan de familias, pero por ejemplo “Cruz” y “Dígale Juan” me hace recordar a mi abuelo, eso suele pasar mucho.
Es todo eso que vos me estás diciendo, siempre intento escribir acorde a historias propias o cosas que me conmuevan. Me pasa siempre que quizás escribo algunas canciones pensando en cosas específicas y luego las personas que escuchan mis letras, las interpretan de otra manera. Pero eso me alegra, que haya diferentes maneras de sentir y pensar a las canciones y al arte, porque para eso está. Me ha pasado de yo mismo interpretar canciones de manera diferente a como el autor planteo su poesía. Tendré que volver a escuchar “Cruz” para poder ver dónde es que sentís que es tu abuelo, me alegro un montón que eso pase. Más cuando es una persona joven la que puede interpretar, apreciar y adoptar a mis letras como suyas.
-¿Tiene algún proyecto nuevo planeado o colaboraciones con otros artistas?
Ahora estoy con el proyecto de grabación de dos discos, uno es con canciones de otros grandes cantautores de la región y de mi ciudad, hay algunos que tienen como 500 canciones y nunca han granado algún disco. Por ejemplo, hago una reversión de un tema de Bosquín Ortega, que aparece en colaboraciones desde los años ochenta. Es poeta y cantautor, una gran guía y maestro para mí, así como para tantos otros. Entonces este disco nuevo es eso, reúne a varios artistas chamameceros de la región, como una especie de tributo. También en las voces está mi hija Paloma y “Sebita” Flores por ejemplo, entre varias otras colaboraciones. Además, trabajo en un segundo disco, pero menos abocado en el chámame, con arreglos y acompañamiento de piano de Juan Mora. Seguramente los dos se estrenen durante este año.
-Para finalizar, quería volver a una entrevista que dio para la radio Libertad ayer diciendo que “la canción es un formato de bolsillo” ¿Qué significa esa frase?
Como yo decía, por ejemplo, un libro lo podés leer dos o tres veces como mucho, no volves a leerlo muchas veces. En cambio, con las canciones pasa diferente, duran tres o cuatro minutos nomas. Entonces vos pudiste escuchar una hoy y seguramente para el lunes, la habrás escuchado unas treinta veces más si es que te gusto. A veces la gente no vuelve a sus libros favoritos en mucho tiempo, o los lee de nuevo después de muchos años. En cambio, las canciones están siempre y se pueden llevar a todos lados, por eso lo de “bolsillo”. Para mí las canciones son eternas de alguna manera y algo que hoy me conmueve quizás también lo haga dentro de muchos años. Ademas, me gusta pensar que a las nuevas generaciones también les sucede eso y está bueno que el arte «de antes» siga conmoviendo al día de hoy.
-Que bueno que tenemos muchos bolsillos a lo largo de la vida.
Si, es un bolsillo infinito.
Julio Alberto «Coqui» Ortiz nació en Colonias Unidas, Chaco en 1972 y comenzó a tocar guitarra a los 19 años. Relacionándose con destacados artistas chaqueños como Roberto «Negro» Rodríguez, quien le da la oportunidad de hacer sus primeras grabaciones. En el 2002, forma su grupo con el que se ha presentado en los principales escenarios del país y del exterior. Hizo grabaciones con grandes artistas como Jorge Fandermole, Luis Salinas, Liliana Herrero, Raúl Barboza, Teresa Parodi, Matías Arriazu, Nini Flores, Carlos Aguirre, Humberto Falcón, Juan Quintero y Luna Monti y Julio Ramírez. Tiene cuatro discos grabados; «Coqui Ortiz en grupo» de 2002, «Parece Pajarito» de 2005, «La palabra echa a volar en el viento» de 2014 (con interpretaciones de poemas del coplero Aledo Luis Meloni) y «Chamamé sentido» de 2023.
El patrimonio cultural llamado Chamamé que poseemos los litoraleños no es fácil de describir, pero puede sentirse muy fervientemente. Desde que nacemos lo escuchamos y lo adoptamos como nuestro, nos recuerda a la familia y a la unión. Hasta remontan a lugares y cosas, quizás a la radio de un abuelo un domingo por la mañana. El chamamé generalmente representa en sus letras al amor a la tierra y a su fauna y flora, a la devoción religiosa y a la ñande reko guaraní, “la forma de vida” de los humanos en armonía con la naturaleza y la espiritualidad. Coqui Ortiz es una pieza importante del engranaje gigante de toda la cultura musical y cultural del NEA.
