Fuente: www.nuevamiradacorrientes.com
Es sabido que en todo el mundo quienes se dedican a visibilizar y acompañar la lucha de casos tan delicados como los abusos sexuales en infancias y adolescencias, son foco de distintos ataques.
Desde censura en los medios de comunicación, despidos de trabajos en los que se desempeñan hace años y hasta persecución en la vía pública, que implica la toma de imágenes sin consentimiento de activistas.
Con la explosión de la lista de visitantes a la isla del pedófilo muerto Jeffrey Epstein, nuevamente la lucha contra ASI se encuentra en tendencia mundial.
Los nombres que aparecen en el listado más las declaraciones en la causa del millonario estadounidense, determinan cierta complicidad de algunos sectores del poder para perpetuar este tipo de delitos.
En este contexto, lamentablemente Corrientes no queda exenta de casos de censura y despido.
La complicidad del silencio
Hace varios años la provincia atraviesa un caso lleno de injusticia en el que está involucrado el psicólogo infantil, Gustavo Marcolli.
Específicamente desde el 2017 pesa sobre él una denuncia por abuso sexual con acceso carnal contra un menor que a la fecha, tenía tan sólo 5 años.
Si bien el denunciado ha ido sorteando las etapas judiciales sobreseído, instituciones del Poder Judicial no consideran que esta deba ser la situación de Marcolli.
Por ejemplo, la Asesoría de Menores n*2 pidió hace 11 meses la imputación del psicólogo infantil.
En el informe presentado se considera que el menor ha mantenido durante todos estos años un relato coherente, conforme pasaron las pericias.
Cabe destacar, que la pericia en Cámara Gesell además sería contundente, ya que en ésta el sobreviviente señalaría con exactitud al denunciado y a la forma en la que se produjo el abuso.
A ocho años del caso, desconcierta que con tantas pruebas no sólo Marcolli no esté imputado, sino que además continúe atendiendo con total impunidad.
A la par, la particularidad de este caso deviene en que quienes lo visibilizan, atravesarían una serie de censuras y despidos.
“Recorte”
Paola Fermanelli se ha constituido hace años como una referente nacional en la lucha y visibilización de las causas contra los abusos sexuales en infancias y adolescencias.
Especialmente en el caso de Marcolli, ella se convirtió en la vocera de la familia querellante, ya que desde el minuto 0 se busca proteger la identidad del menor sobreviviente.
La exposición de su cara y su voz la ha llevado a tejer fuertes lazos para continuar la lucha pero también, la volvieron blanco de situaciones injustas.
En este sentido, tras largos años de desempeñarse como locutora en la Fiesta Nacional del Chamamé, este 2024 le informaron que prescindirán de sus servicios.
Ante esta situación, ella realizó un posteo al respecto en su Facebook personal, con el objetivo de visibilizar el hecho.
“El Recorte (y ahora sí voy a ser autorreferencial) no es más que un pedido de mi cabeza y usted Arq. Gabriel Romero, la entregó en bandeja”, sostiene Paola.
Y agrega que: “No me puedo hacer cargo si molesta, incomoda o salpica mi activismo contra la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes. Debería ser un solo grito, se supone que estamos todos de acuerdo, en erradicar semejante delito”.
Para finalizar su descargo, manifiesta que: “Deberían estar a disposición de quienes activamos y no silenciarme e invisibilizarme”.
Es lamentable que desde el Gobierno provincial se tome la decisión de censurar y desplazar de un lugar de trabajo a quien lleva una bandera de lucha tan importante.
En lugar de pensar la calidad que le suma a la Fiesta contar con una referente de tal magnitud, se visibiliza la aparente complicidad de callar el activismo contra ASI en Corrientes.
