Alguien, no vamos a decir quién, exhaló una sonora y persistente flatulencia el jueves durante el acto central por el día de la independencia en Costanera y 3 de abril.
Desde el palco de autoridades se oyó un fuerte vibrato que desconcertó a más de uno. En el exacto momento en que todos cantaban “oíd el ruido de rotas cadenas…”.
El vaho enseguida inundó el ambiente y las arrugas en las caras de los funcionarios se hizo notar inmediatamente. Pese al uso obligatorio de barbijos y tapabocas, los accesorios sanitarios fueron totalmente inútiles ante la invasión del indolente gas.
Finalizado el acto, la prensa indagó a los presentes sobre lo sucedido, ya que hubo algunas descompensaciones. Los más afectados fueron los que por sus condiciones particulares se encontraban más a la zona de escape. “Detesto no estar a la altura cuando suceden estas cosas”, declaró el secretario de gobierno Cuqui Calvano.
El intendente Eduardo Tassano evitó levantar acusaciones pero aprovechó la ocasión para enviarle un claro mensaje a la oposición: “a aquellos que dicen que en este gobierno no hacemos un…, bueno, queda desmentido”.
Por su parte, el gobernador Valdés se desligó del asunto y apuntó a la pesada herencia. “Las impericias de ese tenor aromático corresponden a quienes me precedieron”.
El Ministro de Salud fue más optimista sobre lo sucedido, destacó el excelente estado olfativo de la plana mayor del gobierno, descartando posibilidades de infección con el nuevo coronavirus. “Excepto aquellos que todos sabemos que ya no sienten más el olor a culo en el gobierno, en general estamos todos más que bien de salud”, resaltó.
