Nota de Tatiana Ledesma Flores
Este martes el equipo de seguridad de Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, desactivó un artefacto explosivo que se encontraba en el camino que conduce a su residencia.
Latinoamérica vive momentos de tensión en cuanto al normal desarrollo de sus democracias. El pasado domingo Brasil tuvo un intento de golpe de Estado por parte de seguidores del ex presidente Jair Bolsonaro, con consecuencias que aún continúan.
Desde el Gobierno brasilero trascendió la posibilidad de sancionar al gobernador de Brasilia, por las acciones que culminaron con la toma de las principales instituciones democráticas y alrededor 400 personas detenidas.
A la par, se pretendería congelar las cuentas en el exterior de Bolsonaro y la expropiación de sus inmuebles, que habrían sido comprados irregularmente. En este frágil contexto, Colombia también ha vivido un intento de asesinato a la vicepresidenta, Francia Márquez.
La primera mujer afrodescendiente en llegar al poder del país cafetero, ha sido blanco de sectores de derecha desde su candidatura. Lula, el actual presidente de Brasil, y Márquez comparten intentos previos de culminar con sus actividades políticas.
Así como Lula fue detenido en 2017 para no poder participar en las elecciones presidenciales del año siguiente, Márquez sobrevivió a otro atentado en 2019. En ese año ella se desempeñaba como activista ambiental en la provincia de Cauca, donde aún vive.
Márquez fue agredida hace tres años con ráfagas de fusil y ataques con granada. En esta oportunidad, en el camino a su residencia la esperaban 7 kilos de material explosivo, que su seguridad pudo desactivar. Así lo confirmó en su cuenta personal de Twitter.
En septiembre del año pasado la Argentina también tuvo un ataque a la democracia. La vicepresidenta, Cristina Fernández, sobrevivió a un intento de magnicidio. ¿Qué está pasando con Latinoamérica?
Quienes habitamos estas tierras en las que las democracias han costado sangre, dolor y lágrimas y hemos sobrevivido a decenas de crisis neoliberales migrando, buscando lugares más estables en su momento, pero con el calor y el abrazo latinoamericano, ¿no nos hacen ruido estas acciones?
Estos claros ataques que han comenzado de forma pequeña con discursos de odio, han aumentado hasta llegar a las altas esferas del poder. En un territorio como Latinoamérica donde las sociedades se han vuelto tan heterogéneas y hay grandes comunidades de extranjerxs pares, estas acciones deberían ser un llamado de atención.
“No dejaremos de trabajar, día tras día, hasta alcanzar la #PazTotal que Colombia sueña y necesita. No desistiremos hasta que en cada territorio sea posible vivir en verdadera armonía”, aseguró Márquez en su cuenta personal de Twitter.
Lxs latinoamericanxs no debemos dejar de trabajar, día a día, en la defensa de nuestra democracia. En honor a quienes lucharon y dieron la vida en el pasado y asegurando el futuro para las generaciones venideras
