Por Ivana Osuna
Estamos en un contexto de crisis económica en el que resuenan en las góndolas los precios, hasta tontos, de los fideos y el harina. Sin embargo, en la escena del under correntino transcurre otra línea de tiempo en la cual ninguna crisis ha modificado lo que sucede: siempre hay problemas para pagar los 100 pesos de la entrada para el espectáculo.
Los centros culturales y organizaciones independientes, que ya son pocos y ofrecen todo su potencial para continuar siendo la usina que mantiene activa la actividad artística, se mantienen vendiendo numeritos para rifas, cuyos premios son desembolsados por ellxs mismxs. No sólo es la ausencia del Estado, que permanece en su postura de que “cultura y entretenimiento” son solo el chamamé y el carnaval, y posicionan estas como propuestas centrales durante todo el año, sino un conjunto de factores que alteran de forma tremenda el producto final: las bandas, eventos y espectáculos autogestivos locales.
Nos volvemos locos y locas por ver a nuestros artistas favoritos cuando vienen de Buenos Aires y los alrededores, empapelan la ciudad con los afiches y volantes y suena el spot publicitario en todas las radios (tres) de la zona. Se nota la diferencia cuando se trata de un recital que se realiza en algún centro cultural o bar de la ciudad, en el que la proyección de los artistas es simplemente poder cubrir los gastos del sonido y salir del lugar sin pérdidas económicas. Como pasa en la selección femenina de fútbol, hay artistas correntinxs (que no tienen nada que envidiarle a los grandes iconos de la industria musical) que actualmente tienen que subsistir del rédito económico de otros oficios y profesiones.
¿Es imposible vivir del arte en Corrientes? ¿Es posible valorar, sin quejas, el talento de los artistas de nivel nacional y no podamos siquiera pararnos a escuchar una canción de un artista local? Son preguntas que resuenan en nuestro medio constantemente, y en Mega 98.1 tratamos de romper ese cerco mediático que nos impide que escuchemos canciones autóctonas en las rotativas. Aprovechemos también para reflexionar nosotrxs, colegas periodistas, cuál es nuestro rol como impulsores de la cultura correntina: cuando nos acreditamos para ir a un evento, cuando contamos con el privilegio de poder acceder a un festival o espectáculo sin pagar entradas para ejercer nuestro oficio, ¿qué le devolvemos al público? ¿dónde están los artículos, notas y crónicas de los colegas (que son una buena cantidad) que se acreditan en el Taragüi Rock, Tereré Fest, etc.? La situación del periodismo local es otro pilar (roto) que seguramente profundizaremos en otro artículo.
Podemos enfrascarnos en discusiones sobre posibilidades e imposibilidades, sin embargo, hay una realidad y es que las bandas y artistas de la región son constantemente ninguneadas y si bien el Estado es el principal responsable, si tenemos que sentarnos a esperar que eso cambie se nos va a pasar la vida. La única forma de revertir esto es concientizándonos de la importancia de valorar el talento local, no sólo comprando la entrada a un evento o recital, sino también comentando, compartiendo en redes sociales y recomendando a nuestrxs amigxs y conocidxs las creaciones que nos ofrecen. Vivir del arte es difícil, mas no imposible, y tampoco debería serlo en esta ciudad.
Hay bandas y artistas que trabajan literalmente toda su vida en sus proyectos y logran posicionarse, por ejemplo, logrando ingresar en plataformas populares de streaming. En esta recopilación de rock correntino que nos facilitó Facundo Martin podés encontrar a los artistas que actualmente se encuentran en Spotify, por ejemplo. Encontremos, en estas canciones, eso que siempre buscamos en los artistas de renombre nacional e internacional.
Lo importante es comprender que no hace falta irse de Corrientes para triunfar en lo que hacemos, sino que podemos quedarnos y trabajar para lograrlo acá y brindarle la esperanza de que sí, podemos, a todxs lxs artistas emergentes que actualmente sólo esperan que algún día se les dé la oportunidad de brillar y demostrar que sí, se puede. Contrario a todo pronóstico, a la crisis económica, al poco (nulo) acompañamiento de las instituciones y hasta del propio público, se puede. Lo importante es que nos permitamos descubrir y disfrutar de lo nuestro, dejando de lado los prejuicios para abrir la mente y el corazón a las nuevas sensaciones que nos ofrecen. Dejemos de esperar que las cosas cambien por sí mismas y accionemos para transformar nuestra realidad. La oportunidad la tenemos, ahora sólo falta que empecemos a poner el cuerpo para bancar el contenido local.
Y vos, ¿qué vas a hacer hoy por el arte correntino?