De forma virtual presentan Manuscrito de un Lunático

El viernes 27 de noviembre, a las 20 en el Centro Cultural Espacio Bohemio ubicado en San Luis
1170, se llevará a cabo la presentación de la segunda obra literaria de la escritora Paula
Cardozo, con un total de diez personas, siguiendo el protocolo por la pandemia. En este contexto, la presentación pública se podrá apreciar a través de plataformas virtuales como Facebook, Instagram, Zoom y
Google Meet. La Nouvelle fue editada en la Editorial D la SADE, Corrientes y brindó la siguiente entrevista de presentación de la obra.

¿Qué significa para vos el nacimiento de esta nueva obra?
Para mí significa mucho, es la segunda obra que escribo. Yo siempre recuerdo cómo empezó en mi vida la labor de la escritura, y fue como un hobbie. Tenía 11 años, y no recuerdo si en ese momento se había bifurcado la idea de ser nombrada algún día “escritora”. Hoy miro hacia atrás y me resulta tan sorprendente cómo uno se va haciendo, se va armado a partir de las vivencias, de sus propias acciones, de lo experiencial. Si Usted me pregunta qué significa esta segunda obra para mí, diría que es una suerte de re-definición de algo que empezó como un hobbie o entretenimiento, algo que carecía en su momento de un nombramiento específico. A los 11 años había un contexto que me atravesaba que era la situación de la gripe A, yo estaba en 6to grado, y no podíamos ir a la escuela. Entonces recuerdo la imagen de un cuaderno escolar que ya no usaba, donde empecé a esbozar una historia, personajes, una suerte de abstracción de la realidad, que fue el basamento de mi primera novela titulada “El Diario de Ricky Parker”. Yo trato de recordarme con aquellos 11 años, y sé que cuando empieza la pre-adolescencia aparece el pensamiento lógico-formal que nos permite abstraernos, lejanos de la realidad, imaginar. Creo que hubo mucho de eso en aquel comienzo. Así que Podría decir que ésta nueva obra titulada “Manuscritos de un Lunático” significa todo ese camino, porque me permite hacer una mirada retrospectiva donde todo lo anterior de pronto adquiere otro sentido. Viene a mi mente la imagen de mis 11 años, escribiendo, pensando los personajes de mi primera novela, y de repente me veo hoy con esta nueva obra editada, y todo eso me conduce a pensar en el lugar que tuvo la escritura en mi vida, como un recurso para hacer este distanciamiento de la realidad, o crear una suerte de realidad nueva bajo la forma de la creación artística. De ahí que podría responder que para mí ésta nueva obra significa también eso, es decir, haber confirmado cómo a través de la palabra escrita uno puede abrirse paso a la labor creativa, a una suerte de vertiente ensalmadora de la palabra podríamos decir.

¿Qué te motivó a escribirla?
Bien, qué pregunta interesante. Yo considero que la escritura es un recurso artístico que me permite hacer arte quizá de lo adverso, de lo angustiante. En mis dos novelas escritas hay un disparador que motiva a los personajes a escribir, y es nada más y nada menos que un suceso angustiante que los agobia. Vivencias de pérdida en particular. Creo que la pérdida es una situación por la que puede pasar todo ser humano, sin embargo cada persona tiene su modo de hacer con lo perdido. En mis personajes sucede que a ellos lo perdido los lleva a crear, a escribir. Y eso es muy mío también. Si tuviera que responder con exactitud su pregunta diría que lo que me motivó a escribir los Manuscritos fue el atravesamiento de una pérdida. Pero en los Manuscritos de un Lunático es tal el tamaño de la pérdida que mueve al Lunático a crear una teoría que explique su dolor, porque él no conoce algo que nombre su padecer, razón por la cual crea ese saber. Ya que la ausencia de algo que explique su sufrimiento pesa enormemente sobre él. Así fue como surgió en mí la idea de configurar Los Manuscritos de un Lunático como una disertación, teniendo en cuenta esta lógica de la explicación de su dolor, donde el “otro”, el “oyente o interlocutor” aparece en escena. Y para elaborar su explicación parte de lo que él conoce del Teatro Griego, a la vez que recurre a su labor artística, a la Ilustración, a dibujar obras para explicar de forma más concreta y tangible lo intangible de su dolor.

¿Es el lunático alguna metáfora del comportamiento de los hombres de estos tiempos?
Yo diría más bien que el Lunático es sin tiempo. Es metáfora de lo que puede suceder (o no) a cualquier ser humano ante una situación de pérdida. Yo rescato esta vertiente subjetiva del humano al momento de hacer frente al dolor, porque el Lunático eligió un camino frente a la incomprensión de su dolor: escribir una disertación en su afán de explicar a otros lo que le sucedió. Pero ese fue su camino, lo cual permite pensar en que hay tantos caminos como subjetividades. Y claramente al pensar las subjetividades uno tiene que tener presente la vertiente del contexto, de los tiempos epocales que pueden atravesar a un sujeto, pero cuando digo que el Lunático es sin tiempo digo que la situación de pérdida no es a veces una situación de la que uno es conocedor de antemano, dado que puede ser una contingencia, de hecho ésto último le pasó al Lunático, de allí el efecto catastrófico de lo que vivió.


¿Qué sentís al presentarlo en una época adversa, como la que estamos viviendo, donde el público debe ajustarse a la cantidad máxima de diez personas?
Bueno, en principio quizá siento incertidumbre, pero también lo vivo como una suerte de desafío, de experiencia nueva, movilizadora, porque la situación de Pandemia nos mueve a pensar otras formas, otras maneras, de sostener la acción de compartir la creación artística, una forma donde a veces el otro puede no estar en cuerpo presente, pero sin embargo está la escucha, la mirada a través de una cámara.

¿Qué expectativas tenés de esta nueva obra?
Tengo la expectativa de que genere quizá preguntas, identificación, quizá reflexiones en el lector u otras cosas. Está muy presente en la obra el dolor humano, y quizá eso puede
movilizar a cualquier lector a reflexionar sobre sí mismo. El relato del Lunático es casi
filosófico, de hecho hay todo un planteo sobre el ser, y todo ello surge tras aquella vivencia catastrófica que atravesó al personaje. Quisiera que, más que en mis palabras como autora, el texto concluya en el lector, quizá en una pregunta, quizá en una reflexión.

¿Te sentís acompañada por tu público, por tus amigos y familiares?
Sí, por supuesto. Son muchas las personas que me han acompañado y me acompañan desde que empecé este camino, lo cual es muy motivador para mí. Siempre que alguien me hace preguntas o comentarios en las redes eso resulta motivador para mí, me conduce a pensar en lo que posibilita la escritura y que es el hecho de que los textos no terminan en el autor. Es el lector quien lee una obra, y hace de lo que lee una interpretación quizá a partir de sus propias experiencias o vivencias, lo asimila, etc.

 

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