El «Circo» necesario

Por Meli Echeverria

Un tipo con un arma, 5 balas y gatilló dos veces. ¿Cuántas posibilidades existieron que el país que tenemos hoy, sea otro totalmente diferente? Si este atentado se hubiera concretado y nos encontraba en nuestro país actual, ¿Qué hubiera pasado?

El terror que me invide al ver imagines como la destacada de esta nota, no lo puedo dimensionar. Es esa imagen lo que nos esta destruyendo. Es el deseo de muerte de esta forma sutil, que ni te das cuenta, escondido de la mamá de alguien, en la tia de alguien, un ser humano deseando la muerte de otro ser humano.

Fernando Andrés Sabag Montiel fue quién apuntó y gatilló contra la vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner en las inmediaciones de su departamento en Recoleta mientras la rodeaban militantes afines. Las balas no salieron y la vicepresidenta está bien, luego del episodio, el presidente Alberto Fernández realizó una cadena nacional en la que repudió el acto de violencia y decretó un sorpresivo feriado nacional.

El video que circuló los primeros momentos es irreproducible, es quizás la prueba viviente de una sociedad contaminada por un odio que viene comiendo mentes hace algunos años. Un odio que se refugia en la idea fantasiosa con la que empezaron a hacer campaña algunxs políticxs, ese discurso combativo donde todos y cada uno de los problemas son a causa de una sola persona. Una idea que quita responsabilidad electoral al pueblo, una idea que quita democracia y responsabilidad política.

Hoy, tener el tupé de decir cosas como «la política no me importa» es ser irresponsable, es que no te interese el futuro de este país. El intento de asesinato con una representante elegida democráticamente por un pueblo, sea quien sea, hace peligrar las bases de una sociedad entera. Cualquier tipo de pensamiento, discurso, palabra que lo avale es totalmente inaceptable.

La violencia no nace de un repollo, la violencia no es un hecho aislado, no fue un «loquito suelto», es consecuencia del odio. Y la violencia jamás, nunca es ni va a ser compatible con la democracia. Hay generaciones que no saben de historia, que no tienen memoria, que no sienten empatía, que están tan disociadxs que se olvidan que este país esta construido sobre la sangre de miles de personas desaparecidas y muertas. Ese fue el costo, ese fue el precio que se pagó. Que hoy, esto no te cause nada, que no se te revuelva el estómago al ver ese video, al entender lo que vivimos como país, eso dice mucho de vos y de la fantasía en la que vivís.

¿Los medios son culpables del odio?

La violencia mediática desatada hace años, sin escrúpulos ni límites viene construyendo e infectando, aumentando la tensión social, la bipolaridad, la competencia (por si hay algo que crecer en Argentina te deja metido, grabado en el cerebro es competir). Somos consecuencia de nuestra historia, somos reacciones de nuestro presente y especialmente somos consecuencia de como todo esto se comunica. La contaminación de los medios no es una sorpresa para lxs que trabajamos en esto, incluso sabiendo hay veces que nos dejamos llevar por los discursos de odio, que de manera sutil van construyendo pensamientos y van desembocando en hechos como los que venimos viendo en las calles, en las redes o peor como los de ayer.

«No se puede seguir subsidiando con pauta publicitaria a los medios que promueven el odio y la violencia.» Rezaba este cartel anoche, esto es fundamental para combatir la contaminación de los medios. Los medios que anoche restaban importancia a lo que pasó y que hoy remarcaban diciendo «tenemos camaras en todos lados» pero ridiculizaron a los ciudadanos que salieron a la calle, llenos de miedo ante el peligro de la tan preciada democracia, para esos no hay perdón ni olvido (obvio hablo del canal con las dos letras). El tema es que estos medio estan bancados, pautados con plata del estado mismo a cambio de 5 minutos de aire.

Es hora de hablar de la contaminación de los medios, es hora de hablar de la contaminación de las mentes, es hora de hablar de la deshumanización de lxs representantes elegidxs democráticamente, es hora de hablar, de debatir, de salir y pedir. A todxs lxs anti marchas y anti derechos que escuché hoy utilizar su nueva palabra favorita, «CIRCO», para referirse a las consecuencias de este hecho, solo quiero decir: ¿Circo? Intentaron asesinar a la vicepresidenta de este país, un hecho que marca un momento en nuestra historia, un hecho que hace peligrar todos los derechos que conocimos hasta ahora, un hecho que en otros países dejo una ciudadanía traumada de por vida. ¿Es necesario «armar circo» para quitar la venda? Entonces si, un día, una semana, años de circo que se armen.

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