Maltrato a la vejez, cada vez más naturalizado

Por Meli Echeverría

Hoy es el  Día Mundial de la toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.

En 2011 la Asamblea General de la ONU, ractificando las conclusiones y el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el envejecimiento de 2002, decide designar el 15 de junio como fecha para visibilizar y alentar la toma de medidas concretas para aumentar la protección y la asistencia a las personas mayores en la comunidad internacional.

El edadismo se manifiesta en estereotipos, prejuicios y/o discriminación contra una persona o un grupo por razones de edad. En el caso de las personas mayores, el viejismo es un tipo específico de edadismo que afecta exclusivamente a este colectivo y se constituye en una forma de maltrato que consiste en subestimar y/o excluir a las personas mayores por el solo hecho de ser mayores.

Hay expresiones y acciones que terminan por generar exclusión y restricción de libertades y hasta limitando la autopercepción y accionar de las personas mayores.

La naturalidad con que el maltrato, la violencia y la discriminación hacia las personas mayores se ve hoy en día es casi aterrador.

Números que son personas

Imagen Nota

Con motivo de la conmemoración de este día, la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación publicó su informe “Personas mayores afectadas por situaciones de violencia doméstica 2022”. El informe da cuenta de un total de 1899 personas mayores atendidas durante el año pasado (921 denuncias y 978 consultas informativas). En ese período, las denuncias crecieron un 15% respecto a 2021 y las principales víctimas fueron mujeres (78%).

El informe mostró que el 83% de las personas mayores afectadas eran argentinas y la edad promedio 70 años. El 14% de las afectadas mayores manifestó tener algún tipo de discapacidad. Además, denunciaron violencia 369 migrantes, 38 personas de pueblos originarios y 5 afrodescendientes.

Principales agresores

Más de la mitad de las personas mayores sufrieron maltrato por parte de sus hijxs (esta proporción se incrementó entre las afectadas de más de 75 años), seguido por el maltrato de la pareja (21%).

El tiempo promedio de maltrato en vínculos filiales fue de 9,4 años y, en vínculos de pareja, 17 años.

Los varones denunciados (62%) superaron a las mujeres en número y proporción: 6 de cada 10 personas denunciadas con vínculo filial fueron varones y, en vínculo de pareja, 8 de cada 10.

El grupo con más personas denunciadas es el de varones de entre 22 y 49 años.

El 60% de las personas afectadas dijo sufrir violencia diaria o semanal. Solo el 6% denunció un primer episodio de violencia.

Los niveles de riesgo evaluados por los equipos interdisciplinarios fueron alto y altísimo (30%), medio y moderado (57%) y bajo (13%).

De acuerdo con el relevamiento se registraron diferentes tipos de violencia: psicológica (en el 97% de los casos), ambiental (48%), física (43%), simbólica (37%) y económica-patrimonial (36%), entre otras.

El servicio médico de la OVD revisó a 127 personas y constató lesiones en el 81% de los casos (70% mujeres). El 69% de estos casos tenía antecedentes de lesiones físicas producto de situaciones de violencia previas.

Nota personal

Quiero destacar la importancia de la autopercepción. Cualquier persona que haya atravesado violencia psicologica, puede afirmar que después de un periodo de tiempo las palabras de denigración se van haciendo carne. En las situacion de vulnerabilidad en que se encuentran las personas en su momento de vejez esto tiene aún más impacto. Trabajar con personas mayores me permitió, este último tiempo, ser testigo de como después de mucho tiempo en el que les repitieron que dejaron de ser un factor importante para la sociedad, comienzan a creerlo. El abandono que sufren primero por su entorno y luego por el Estado culmina con el abandono propio. Que no es más que un resultado del trato que reciben.

Les invito a prestar atención a los indicios de maltrato y hacer algo al respecto.

Les invito a la amabilidad, a la paciencia, a empatizar. Y si eso no es suficiente, podriamos pensar que algun día vamos a ser nosotrxs.

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