La Red de Periodistas y Comunicadoras de Corrientes, un grupo organizado de periodistas y comunicadoras de la provincia de Corrientes, que ejercen la profesión en medios digitales, radiales, televisivos, en la prensa gráfica y en instituciones públicas y privadas, a comienzos del 2021 realizó una encuesta con la que se pudo relevar datos sobre la situación laboral de las y los profesionales de los medios de Corrientes. A continuación les dejamos los resultados y concluciones.
Más de 75 periodistas respondieron la encuesta y pudimos saber que el 64% de las personas tiene más de un trabajo y la mayoría (60%) de los salarios se encuentran debajo de la canasta básica, cobrando entre 10 y 30 mil pesos. Solo el 14% gana más de $50 mil.
El 64 % de las personas encuestadas informó tener más de un trabajo y sólo el 34,7% está registrado/a. La mayor parte de las y los trabajadores que respondieron la encuesta (34%) es monotributista. Un 20,8% cuenta con un contrato de trabajo y otro 20,8% no está registrado/a de ninguna forma.
Casi el 40% de las y los periodistas trabaja 10 o más horas diarias.
Pandemia
Hace 444 días, el 20 de marzo de 2020 a través del decreto presidencial DNU N° 260 en su artículo 7 se nombró a los y las trabajadores de prensa como personal esencial exceptuado de las medidas de restricciones y aislamiento social preventivo y obligatorio tendientes a disminuir los contagios de coronavirus.
Desde ese momento los y las trabajadores de prensa fueron considerados “esenciales” en tanto su labor era indispensable durante la pandemia de la COVID-19. Hace más de 440 días los y las periodistas continuamos trabajando, algunos y algunas presencialmente exponiéndose y a sus familias.
Desde que las vacunas contra la COVID-19 llegaron al país en diciembre de 2020 se armó un cronograma de grupos estratégicos durante la vacunación. En Corrientes en la primera quincena de diciembre convocaron a los y las trabajadores de prensa a una conferencia donde se anunciaba el plan de vacunación y destacaron el rol de la prensa y solicitar el apoyo para concretar el plan de vacunación.
A más de cinco meses de iniciada la campaña de vacunación en la provincia de Corrientes pedimos que, así como destacaron el rol de la prensa para difundir estos acontecimientos de bien público, también lo valoren y retribuyan teniendo en cuenta a este sector para la vacunación. Si somos esenciales para trabajar, también somos esenciales para vacunarnos.
En la vecina provincia del Chaco el 15 y 17 de mayo se inició la vacunación para trabajadores de prensa contemplados como “grupos de riesgo por exposición”. Mientras que en Misiones también en el mes de mayo comenzó la vacunación para trabajadores de medios de comunicación.
Dos de las cuatro provincias del NEA vacunaron a los trabajadores de prensa y pedimos que al igual que profesiones específicas como docentes y policías seamos contemplados a la brevedad en la campaña de vacunación. Además, gran parte de los trabajadores mayores de 40 años ya recibieron su primera dosis, aunque continúa desprotegido la franja etaria de menores de 40. Con las estadísticas recientes sabemos que con la cepa de Manaos hay cada vez más personas jóvenes internadas que experimentan cuadros graves de la enfermedad.
Violencia laboral contra trabajadoras
En la encuesta, la mayoría de las periodistas de Corrientes expresaron que sufrieron situaciones de violencia y acoso dentro del ámbito laboral. También se observa entre las debilidades del periodismo local la falta de perspectiva de género y la falta de una editora de género.
Estas violencias en el periodismo van desde que las mujeres tengan que demostrar que son merecedoras del puesto en el que se desempeñan, que haya secciones o áreas de trabajo compuestas casi en su totalidad por hombres como Política, Deportes o Policiales. También con la falta de mujeres ocupando puestos jerárquicos y de decisión como jefaturas de secciones, jefas de redacción, empresarias de medios.
¿Cuáles son las violencias que sufren las periodistas de Corrientes?
“Persecución laboral por parte de las autoridades del medio a partir de violentar varios derechos obtenidos. También violencia económica al desconocer desde hace 13 años nuestro convenio colectivo de trabajo”.
“Un constante escenario de misoginia, machismo y censura”
“Violencia simbólica todos los días en forma de menosprecio al trabajo diario, a las capacidades y habilidades cuando se desarrollan los trabajos. Violencia económica en forma de precarización laboral”.
“Dejé mi trabajo formal anterior por la sistemática violencia económica y simbólica en El Litoral, en complicidad con algunos colegas”.
“Viví varias situaciones de violencia: económica porque es una lucha cobrar en tiempo y forma, ni hablar de que los aumentos salariales no se equiparan a la inflación sino que están muy por debajo. Psicológica sufrí incluso estando embarazada, a diferencia de mis compañerxs tuve menos meses de licencia por maternidad y me quitaron días de vacaciones”.
“En la redacción se evidencia la falta de perspectiva de género en los contenidos, y para con las compañeras hacen comentarios machistas sobre el aspecto físico y los roles de género”.
“El jefe me gritó en frente de todo el equipo porque planteé en privado una incomodidad que tenía, alegando que las mujeres somos “problemáticas”.
“Modificaron mi categoría laboral por activismo sindical. Trabajo hace más de 15 años en el diario y cobro lo mismo y/o menos que personas que ingresaron hace menos tiempo. Se me “hace saber” que controlan mi desempeño laboral y al mismo tiempo modifican y desautorizan mi tarea sin explicar el criterio de los cambios. Pretenden que firme recibos de sueldo con montos que no percibo. Sobrecargan tareas. Modificaron el régimen vacacional, violentando derechos adquiridos. Hay presión y amenaza de despido”.
