El Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Corrientes (SUTECO) convoca a un paro docente para este jueves y viernes.
Mi abuela es docente jubilada. Ejerció entre las décadas del ´60 y el ´90. Trabajó en escuelas de la capital como en las zonas rurales.
En el mundial de Italia ´90 estaba escuchando el partido de Argentina contra Camerún con sus alumnxs por la radio, y en la vorágine de oír el grito de gol, salieron a la calle de tierra del paraje, a gritar el tanto rival.
Siempre nos acordamos de esa anécdota en las sobremesas de domingo, y aunque parezca una anécdota mínima, sirve para caracterizar un poco el vínculo docente-estudiantado.
Con el paso de los años en las instituciones educativas tuve mis propias anécdotas graciosas, como la de mi abuela pero con mis “profes”.
A algunxs les recuerdo más que a otrxs, por su forma de ser, por la manera de impartir el contenido, de diagramar los bancos en el salón, en las actividades que proponían o en lo nerviosa que estaba al rendir.
En todas estas situaciones hay un vínculo común que me remite a mi abuela, el docente acompaña los procesos del estudiantado que tiene a cargo, y de cada alumnx en particular.
Esa relación de confianza, de respeto, de seguridad es algo único. No es algo que se enseñe en las altas casas de estudio, parece que viene impregnado de forma mística con cada persona que dedica su vida a la docencia.
Siempre mi referente de lucha fue mi abuela, percibiendo una jubilación baja para una profesión tan importante como la formación integral de personas.
Con los años conocí a mi amiga Mary. “La Mary” como le digo, tiene la docencia grabada a fuego en el alma.
De ella aprendí como las políticas públicas educativas desde la época en la que mi abuela ejercía la profesión, cambiaron mucho.
En el inicio de este ciclo lectivo hay escuelas que no cuentan con sillas para todxs lxs estudiantes. Algunxs llegan a sentarse en el piso, otros se turnan para cursar.
En una provincia que no puede garantizar ni una silla a un estudiante, en la que se persigue a quienes denuncian a rectores como Ángel Vicentín, que fue sumariado, el vacío del acompañamiento ciudadano a las luchas docentes, duele.
Los salarios docentes son bajos y a duras penas se llega a fin de mes. Entender que acompañar el reclamo docente es pelear por las mejoras educativas, es clave.
Por tal motivo, FM MEGA 98.1 dialogó con Facundo Constantine, docente perseguido tras acompañar la denuncia a Vicentín y desplazado de su puesto hacia otra institución, sobre el paro docente del 9 y 10 de marzo.
“Como representante docente del Instituto Pujol haré paro porque no nos alcanza. Nos pagan los sueldos en tres veces”, explicó
Y agregó que “Si reclamamos contra los violentos, como en mi caso, la supervisora Viotta y la asesora legal de la Dirección de Nivel Superior del Ministerio de Educación, Lozina Betina, imparten sumarios y traslados”.
Constantine comentó que son trabajadores de la educación que reclaman por mejoras salariales, edilicias y contra la persecución de funcionarixs, que llegan a dedo a altos puestos y por esto, gozan de impunidad.
“En los pasillos del Instituto Pujol, la Escuela Normal y el Instituto N*1 no hay luz en los pasillos, hay filtraciones, los baños no están en buenas condiciones, los bancos no alcanzan. Se hacen los reclamos y no llegan las soluciones”, visibilizó el docente.
Sucede que el aumento del 120% que ofrece el Gobierno es muy bajo para la situación económica actual y a la par, es abonado cuotas. La primera sería en estas fechas y la segunda en julio, cuando la inflación del momento superará cualquier aumento.
El jueves y viernes es importante acompañar el paro docente, por las mejoras salariales y por las mejoras edilicias. Este paro es de todxs y por la educación correntina.