Arde Francia: manifestantes piden guillotina para Emmanuel Macron

Desde enero Francia vive la mayor serie de protestas desde su revolución. A las movilizaciones contra la reforma jubilatoria, se sumaron protestas por la inflación y hasta incluso se pide la renuncia del presidente Emmanuel Macron.

Por Tatiana Ledesma Flores

Francia siempre ha sido catalogada como un país turístico por excelencia. Su capital, París, es considerada una de las ciudades más bonitas del mundo. 

Sin embargo, desde hace varias semanas lxs parisinxs conviven entre protestas, montañas de basuras y un clima de tensión que va en aumento. 

En todo el país se realizan movilizaciones contra la reforma jubilatoria impuesta el pasado 16 de marzo por decreto por el presidente Emmanuel Macron. 

A esta protesta, se le sumaron los descontentos por las subas en los servicios de energía y el costo de los alimentos, que rondan ambos entre el 20 y el 25%.

En el país europeo al que algunxs argentinxs evocan con el clásico “Esto en Europa no pasa”, al referirse a la forma de protestar en nuestro país, lxs manifestantes han pedido incluso la renuncia de Macron. 

En los carteles que se observan en las movilizaciones, se leen pedidos de guillotina para un presidente al cual se compara con el último rey Luis XVI, por el autoritarismo de sus medidas y la desprotección al pueblo francés. 

La radiografía de un hartazgo social que incluye incluso críticas a las intervenciones militares francesas en otros países. 

La reforma previsional

La reforma jubilatoria presentada por el actual Gobierno de Francia propone aumentar la edad jubilatoria de 62 a 64 años.

«Macron tu reforma apesta como tus pies»

El justificativo del oficialismo francés es que para el año 2030 habrá más personas en edad jubilatoria, lo que implicará mayor gasto público. 

Este aumento en la edad para jubilarse, permitirá equilibrar lo que el Gobierno considera que son pérdidas económicas. 

Ante el descontento popular, las críticas de la oposición y una situación acorralante, el presidente eludió al Poder Ejecutivo y a través de un mecanismo constitucional, aprobó por decreto la reforma. 

Macron insiste en que esta modificación logrará el equilibrio financiero que se verá afectado en años venideros, por el envejecimiento poblacional y la baja en los aportes. 

El objetivo es lograr que cada persona logre los 43 años de aportes. Claro que existen algunos beneficios, que son demasiado bajos para verlos como ventajosos. 

Las mujeres que cumplan los años de aportes antes de llegar a los 64 años y que acumulen en ese tiempo trimestres a cuenta por maternidad, tendrán bonificaciones en sus pensiones. Sin embargo, serán sólo del 5%. 

También lxs jóvenes que hayan iniciado la vida laboral antes de los 21 años e incluso desde los 17, podrán jubilarse siempre y cuando lleguen a los 43 años de aportes. 

Es importante destacar que la edad promedio en la que lxs franceses empiezan con sus aportes jubilatorios es a los 25 años, ya que es la edad estándar de finalización de estudios y obtención de trabajos en blanco. 

Las personas entre 17 y 25 años que estudian en Francia, en su mayoría también trabajan por sueldos bajos, debido al tiempo con el que pueden cumplir y no descuidar sus estudios. Por consecuencia, es prácticamente imposible aportar desde tan joven. 

Protestas

El 19 de enero se vivió la primera manifestación pacífica con miles de personas en las calles de toda Francia. 

El pasado jueves se realizó la protesta con mayor convocatoria y el pasado martes se llegó a la decena de movilizaciones. 

En estos meses el hartazgo del pueblo francés fue en aumento, lo que motivó protestas no pacíficas, ya que el mensaje para el Parlamento y el presidente debía ser otro. 

Francia está descontenta con un presidente que buscaba posicionarse como líder reformista y que con decretos como el de la reforma jubilatoria, empieza a ser visto con ideales de derecha. 

Las centrales obreras calcularon que el pasado martes medio millón de personas se manifestaron en toda Francia. Se tuvieron que desplegar 13.000 efectivos policiales, de los cuales sólo 5.000 se distribuyeron para la capital francesa. 

Las protestas las convocan los sectores obreros, bomberos, recolectores de basura, estudiantes, docentes y todo sindicato que se ve afectado por la reforma. 

En la localidad de Nantes, en el interior de Francia, incluso se ha quemado una sucursal bancaria y el Tribunal de Faltas de ese lugar. 

La basura lleva semanas acumulada en las calles, lo que propició la aparición de ratas. El Gobierno tuvo que contratar expertos para erradicarlas de las calles y evitar que la situación se salga de control. 

Los sindicatos remarcan que el presidente no los escucha y que la única forma de volver al clima de paz es anular la reforma. Macron incluso rechazó la idea de los sindicatos de incluir a un mediador, para que culmine el conflicto. 

Las cifras de convocatorias para cada manifestación rondan entre los 93.000 y el medio millón de personas. El número de participación que publica el Gobierno de éstas, es  sólo del 20%

Los principales sindicatos franceses convocan a una nueva jornada de protestas y huelga para el próximo 6 de abril. Ante manifestaciones que no paran, la primera ministra propuso una mesa intersindical para la semana que viene.

Más reclamos

A los descontentos por la reforma jubilatoria se le han sumado más reclamos en los últimos meses. Desde aumentos en los alimentos hasta intervenciones militares francesas en otros países, el pueblo ve como única salida la renuncia de Macron. 

La inflación en alimentos es tan grave que el Gobierno francés desde principios de mes dispuso acuerdos con las grandes cadenas de supermercados, para implementar un sistema similar al “Precios cuidados” de Argentina. 

A la par, a las familias francesas de bajos ingresos se le otorgarán vales por alimentos y se realizará un chequeo para observar la situación de cada una. 

En febrero la inflación en productos alimenticios en Francia fue del 6,2%. En Argentina el Índice de Precios al Consumidor (IPC) determinó que esa inflación en nuestro país en el mismo periodo fue del 6,6%.

La inflación en los servicios también es preocupante para lxs franceses. En febrero escaló al 14% anual, según el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) de ese país.

A estas subas se le suma el descontento de la población contra el Gobierno por su participación en acciones militares, a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). 

A fines de febrero se realizaron diversas manifestaciones en las que se exigía la salida de Francia de la Organización, a fin de evitar una Tercera Guerra Mundial y para que ese país colabore con la promoción de la paz mundial. 

Durante esa protesta los carteles reclamaban que Francia había sido uno de los primeros países que había aportado armas defensivas a Ucrania. 

El pueblo francés interpreta esto como una forma de fomentar la guerra contra Rusia y no bregar la paz en la región. 

A la “Marcha nacional por la paz” convocada por el principal partido de derecha de Francia, asistieron 100.000 personas. En esa manifestación a fines de febrero se empezaba a pedir por la renuncia de Macron.

Al presidente francés le quedan aún cuatro años por delante. En abril del año pasado obtuvo su reelección, tras ganar en segunda vuelta por 17 puntos contra Marine Le Pen.

Sin embargo, ante el hermetismo presidencial lxs franceses ven como única salida la renuncia del mandatario, ya que consideran que desoye sus reclamos. 

La escalada de violencia ha aumentado junto con el descontento del pueblo. Incluso comparan al presidente con el rey Luis XVI y le advierten que si continúa en esa postura de desinterés, terminaría en la guillotina como el último monarca. 

Estas protestas, los números inflacionarios que separan a Argentina de Francia por sólo el 0,4% en alimentos en el mismo mes y la implementación de medidas similares como “Precios cuidados”, son cuestiones a tener en cuenta. 

Sobre todo porque en los últimos meses ha aumentado el discurso en las redes sociales de que “la salida está en Ezeiza”, como una forma de huir de las problemáticas argentinas. 

Algunos medios de comunicación y los relatos que se difunden en las diversas plataformas, pintan el panorama de la migración como un verdadero buen cambio de vida. 

Cuando suceden estas cuestiones y se observan estos números en uno de los países idealizados para “escapar de Argentina”, es interesante comprender que no todo es color de rosa como se pretende pintar. 

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