Hace dos semanas en Ohio un tren de la empresa Norfolk Southern que transportaba químicos descarriló, provocando una nube tóxica. El pasado miércoles ocurrió una situación similar en Michigan, con un tren de la misma empresa. Mientras tanto, continúan los avistajes de OVNIS.
En las últimas semanas Estados Unidos vive un acontecimiento esperado para muchas personas, desde el incidente en Roswell en 1947 y el área 51. Un avistaje sin precedentes de OVNIS.
La casualidad para habitantes de Michigan deviene en que en la misma ciudad en la que descarriló el tren, a las horas se conoció el diálogo de los pilotos que habrían derribado un OVNI.
El primer avistaje sucedió hace dos semanas. Inmediatamente las redes sociales empezaron a hablar sobre la situación y a la par, sobre un posible ecocidio en el Estado de Ohio.
En videos y fotos que se difundieron se observaron peces muertos, explosiones y aparentes nubes tóxicas. Mientras lxs residentes del lugar no tenían respuestas al respecto, un periodista era detenido al visibilizar la situación.
Evan Lambert estuvo cinco horas privado de su libertad. “Ningún periodista espera ser arrestado cuando hace su trabajo y creo que es muy importante que eso no suceda en nuestro país”, expresó al respecto.
Sucede que el 3 de febrero descarriló un tren de la empresa Norfolk Southern que transportaba 400 mil litros de cloruro de vinilo. Tras el accidente, ocurrió una explosión que formó una nube tóxica que pudo verse con gran magnitud desde aviones comerciales, que pasaban por la zona.
Evacuación
Desde el hecho, no sólo se empezaron a observar peces muertos, las mascotas de residentes de la ciudad de East Palestine también fallecían. Algunas personas reportaron que sus gatos vomitaban espuma rosa antes de fallecer.
Sólo fueron evacuadxs quienes viven en un área un poco mayor a una milla del accidente, cuando la nube tiene una expansión de 200 millas. Por consecuencia, se habla del evento como un posible nuevo Chernobyl químico.
Tras el descarrilamiento la empresa optó por la quema de la sustancia cancerígena, con el aparente objetivo de evitar una explosión. Las autoridades estatales informaron que el agua no ha sido afectada y que el ambiente es propicio para la vida.
Si bien quienes fueron evacuadxs ya retornan a sus hogares, habitantes de Ohio presentaron una demanda colectiva contra la empresa. Buscan que Norfolk Southern financie los estudios y consultas médicas de todas las personas afectadas.
Al respecto de la situación, se pronunció la activista política Misty Winston. “No sabremos realmente el impacto total de esto hasta dentro de 50 años. Esto es Ohio, aquí hay tierras de cultivo y de las más fértiles del país. Entonces, ¿qué impacto tendrá eso en la agricultura en esa área?”, manifestó.
Tras la muerte de 3.500 peces y animales domésticos, las personas continúan manifestando malestares, como dolor de cabeza. Por ende, no confían en que la situación esté controlada.
En las últimas horas se conoció la noticia de que en el Estado de Michigan otro tren de la misma empresa también descarriló, transportando cloruro líquido. Esta vez no hubo escape de productos químicos ni personas lesionadas.
Norfolk Southern
La mayor empresa ferroviaria de los Estados Unidos opera sobre 58 mil kilómetros en 22 Estados del país. Formada al principio de la década del ´80, se calculó que su valor en bolsa en el 2019 era de US$51,6 mil millones.
Posee una flota aproximada de 4300 locomotoras y alrededor de 30.400 empleados. De la totalidad de productos que transportan, los químicos corresponden al 62%.
La falta de mantenimiento de las unidades sería uno de los puntos claves en esta situación. Esto sumado al hecho de que la empresa también es responsable del mantenimiento de las vías en las que circulan sus trenes.
Mientras tanto, la empresa se negaría a asistir a la primera audiencia pública organizada en Ohio, tras el descarrilamiento del tren.