Para el colectivo de Periodistas Argentinas la imputación contra el actual detenido por homicidio simple, no condice con las pruebas recabadas ni con la autopsia al cuerpo de la periodista curuzucuateña.
El caso de Griselda Blanco conmociona a toda la Nación, ya que para quienes se desempeñan en el área de la comunicación sería un claro ataque a la libertad de prensa.
Desde hace varios años la prensa ve limitado su discurso, en base a la publicidad. Independientemente si es de índole pública o privada.
En su mayoría la última es la que más guía las líneas editoriales, ya que se asocia a los poderes de turno que la reparten y lo que éstos quieren o deciden que se publique o no.
De este contexto Corrientes no está exenta. Lamentablemente la inequidad en la distribución de pauta oficial y el nulo control que existe en nuestra provincia, determina una serie de consecuencias en los ámbitos comunicativos.
Un ejemplo sería el caso de Griselda Blanco, quien habría exigido el pago de una publicidad que no se concretaría, por un trabajo ya realizado.
Sumado al hecho que habría difundido una información que involucraba y afectaría a uno de sus auspiciantes, que es actualmente el detenido por el hecho bajo la calificación de homicidio simple.
Tras la aparente rápida necesidad de instalar la noticia de un femicidio y luego el intento de colocarla con la imagen de supuesta “mala víctima”, algunas notas sobre tratamiento del caso en los medios locales también estarían ceñidos en su discurso por la pauta oficial.
Cabe destacar que en las últimas horas se conoció la noticia que Griselda presentaba tres vueltas de soga en el cuello y dos puñaladas en la garganta.
Si bien la difusión de estos datos en otras noticias podría considerarse hasta morbosa, en este caso sirve para despejar dudas sobre todas las otras hipótesis que se estuvieron desglosando en los últimos días.
Por un lado, ya quedó descartada la idea de un femicidio en el contexto de un vínculo de pareja. La primera persona detenida en su momento como el supuesto responsable del crimen, recuperó su libertad.
Por otro, se habría pretendido instalar la idea de una “mala víctima”, que habría extorsionado a una persona con la divulgación de mensajes sobre una aparente relación entre ambos.
Tras tanta hipótesis una cuestión es 100% certera, estamos en plena época electoral y a una semana de las votaciones en la provincia. La difusión nacional del caso rompió el arcaico cerco mediático establecido hace décadas.
Esta situación por supuesto, preocuparía a quienes serían beneficiarios de ese cerco. A la par, se pretendería separar la cuestión política de un caso que para Periodistas Argentinas “es el José Luis Cabezas de nuestra época”.
Para comprender más la situación FM MEGA 98.1 dialogó con Silvia Casarrubia, abogada que asesoraba a Griselda y cuyo número tenían los hijos de ésta por si le llegaba a pasar algo.
También se encuentra la entrevista que le realizaron a principio de semana a Claudia Acuña para el programa Nuevas Mañanas, que se emite por FM Alternativa 103.9 de la localidad de Leandro N. Alem, Misiones.
Claudia es integrante de Periodistas Argentinas y formó parte de la comitiva junto a Nancy Pazos que estuvo en la localidad de Curuzú Cuatiá el viernes pasado, recabando información sobre el caso y cómo se desarrolla el avance del mismo.
Las amenazas que recibía
Silvia Casarrubia tuvo el primer contacto con Griselda por una carta documento que le envió a la periodista el comisario José Nicolás Romero.
“Yo le pregunté si quería responder, ella quería que ayudemos a viralizar. Hizo un escrito el 22 de marzo reposteando esa carta documento, poniendo los medios donde salió que el comisario había sido acusado de abuso sexual hacia una compañera de la fuerza”, explicó la abogada.
A mitad de marzo Romero asumió al frente de la Comisaría Segunda de Curuzú Cuatiá, tras haber prestado servicio en la localidad de Sauce.
Acorde al medio Impacto Corrientes, el comisario habría sido suspendido 10 días tras recibir una denuncia por una compañera de trabajo. Las acusaciones serían por acoso sexual, maltrato y persecución laboral.
Esta noticia que se visibilizó los primeros días de marzo fue replicada por los medios Sur correntino y Taragüi Noticias.
Sin embargo, Silvia remarcó que la única persona que recibió carta documento por exponer la denuncia fue Griselda. “Porque estaba sola, porque era mujer, porque estaba desprotegida”
La abogada explicó que esa carta Griselda la tomó como una especie de amenaza, que se sumaba a las otras que recibiría de la policía.
“Había una coerción psicológica pidiéndole que revele fuentes bajo apercibimiento de iniciar causa”
De esta forma, Silvia la asesoraba sobre legislaciones correspondientes a los medios de comunicación. Su única vía de comunicación era la red de mensajería Whats App.
“Me repetía: “mire doctora a mi me amenazaron que me van a matar, pero Diosito y Jesús van a decidir cuando yo tenga que morir””
Silvia agregó que tras esa conversación Griselda le manifestó algo que la dejó muy preocupada. Ella le dijo: “si a mí me pasa algo usted tiene que hacer saber”
“Lo cual me fue confirmado cuando me llama Lautaro Cesani, su hijo, y me dice: “doctora tengo su teléfono porque mi mamá me pidió que la llamara si a ella le pasaba algo””, recordó.
La abogada realizó una cronología de ese sábado 21 de mayo explicando que “la habían matado entre las 3:00 y las 6:00 hs. de la mañana y la encuentra su hermano a las 18:45 hs.”
Su hijo se comunicó con ella alrededor de las 21:00 hs. e inmediatamente le envió los audios que le mandaba Griselda con el objetivo que la policía local salga de la escena, ya que “tenía muchas denuncias contra la policía y además se sentía amenazada por la policía”.
A lo que Lautaro le respondió que la fiscal no estaba y alrededor de las 23:00 hs. recién se presentó en la escena. En ese momento aplicó el protocolo de Minnesota, gracias al cual empezó actuar la Policía Federal.
Silvia hizo hincapié en que la fiscal estuvo cinco horas sin presentarse en el lugar. “Yo le pedía que se cuide, que se resguarde. Vivía en una ciudad relativamente chica, donde cualquiera que se crea dueño de la vida y los destinos de las personas podía actuar, y así pasó”
“Era como prender fuego a una mecha a punto de explotar. Ella no paraba, estaba dispuesta a denunciar a todos”
La abogada remarcó que entre la visibilización de denuncias, se encontraba una contra el fiscal de Monte Caseros, por aparentemente no responder a las necesidades del pueblo. “La policía cuidaba al fiscal”, remarcó.
A la par, había otra denuncia contra el hospital de Curuzú Cuatiá realizada por la familia de Débora Serrano, por aparente mala praxis. La joven habría ingresado por una operación de cálculos en la vesícula y falleció en el instituto de salud. La familia de Débora aún espera respuestas del hospital.
También hay otra denuncia contra el abogado Adrián Peker, quien habría estafado a la gente con la venta de terrenos. Por ejemplo, le habría vendido un terreno a una menor de edad.
Silvia recordó a Griselda como alguien que “hacía una gran obra de caridad, conseguía pañales, caramelos, todo para la gente humilde que necesitaba”.
“Era una persona muy especial, muy querida y con muchos seguidores en Curuzú Cuatiá, por eso digo que Curuzú se quedó sin voz”
Para la abogada la causa estaría llena de irregularidades. Ella considera que imputaron al periodista Armando Jara, quien habría sido pareja de Griselda, de forma apresurada.
“Lo imputaron por las dudas, como para tener una respuesta para la gente porque se comente este crimen en un momento crucial en la provincia donde hay elecciones y donde generalmente acá los crímenes no se resuelven”, manifestó Silvia.
“Creo que sí, que hay muchas irregularidades. A Jara lo imputan sin pruebas de ninguna clase, salvo la presunción que le abrió la puerta a alguien conocido y la puerta estaba sin llave”
Silvia explicó que la primera consulta de Griselda fue el 25 de abril por una citación de la Fiscalía de Monte Caseros. “Ella quería saber porque la citaban y yo le dije que pidiera una comunicación, a lo sumo vía virtual”.
“Tenía miedo, no quería ir sola a Monte Caseros, porque había cuestionado al fiscal”
Ella comentó sobre la segunda detención que abrió una nueva línea de investigación. Se trata de Darío Holzweissig, quien habría sido uno de sus auspiciantes.
Sucede que cerca de su domicilio encontraron un cuchillo y las cámaras de seguridad lo ubicarían en la cercanías de la casa de Griselda la noche del hecho.
“A mí se me abren muchos interrogantes, por lo pueril que puede ser una persona que comete un asesinato y tira las pruebas así nomás. O se sentía muy protegido y gozaba de mucha impunidad”, se interrogó la abogada.
Y agregó que “yo creo que este crimen viene por ahí. No creo que lo haya cometido ni la Policía ni el poder, sino alguien que sí se sentía amparado por alguien del poder por las formas en las que se manejaban las autoridades en Curuzú”.
Para Silvia la fiscal a cargo de la causa, María José Barrero Sahagún, daría manotazos de ahogado ya que no sabría hacia dónde dirigir la investigación.
“Salieron a atacar a Griselda desde la misma Fiscalía hablando de extorsión, de relación tóxica, revictimización, poniendo casi la culpa en ella por el pago de una pauta o poniendo que iba a exponer una relación privada”, puntualizó la abogada.
Ella considera que quedó descartada esa aparente extorsión y que además la Justicia correntina “carece de toda perspectiva de género y se ve que de la ley Micaela dan cursos pero nadie va”.
“Encararon el tema siempre afectando el buen nombre, honor y memoria de Griselda. Eso es una falta de respeto“
Al igual que el colectivo de Periodistas Argentinas, Silvia consideró que “la fiscal no tiene la capacidad para esta investigación. Es una chica nueva, supongo que sigue las directivas del Ministerio Público Fiscal”.
“En este caso demostraron mucha falta de profesionalismo y creo que solamente gracias a la Federal que intervino y sigue investigando y obteniendo pruebas, a lo mejor se pueda esclarecer”, concluyó.
El José Luiz Cabezas de nuestra época
Claudia Acuña dialogó con la FM 103.9 Alternativa de la localidad misionera de Leandro N. Alem, sobre el viaje que realizó junto a Nancy Pazos como parte del colectivo de Periodistas Argentinas a Curuzú Cuatiá el pasado viernes.
“Es clave que mantengamos este caso vivo, porque mataron a una compañera y también pusieron preso a un colega, acusándolo del crimen”, empezó comentando la periodista.
Para ella el caso debe seguirse de cerca y a la par, se tiene que acompañar a todas las Griseldas del país que ejercen la profesión en situaciones de precariedad y se exponen más que nunca para informar.
Explicó que desde Periodistas Argentinas les preocupaba la situación de acusación a un colega por el crimen y consideraban que se debían profundizar las líneas de investigación.
“Estábamos muy preocupadas por el teléfono perdido de Griselda, porque las fuentes se comenzaron a comunicar con nosotras porque estaban preocupadas”
Claudia ejemplificó sus palabras visibilizando la situación de una fuente, a la que habrían estado siguiendo con un auto.
Sucede que tras la visita a Curuzú Cuatiá junto con Nancy pudieron tomar conocimiento que la presión constante y el hostigamiento que recibiría Griselda para revelar sus fuentes, provenía de que su contacto era cercano a la persona denunciada.
Por consecuencia, al ser aparentemente de su entorno más íntimo, la persona denunciada quería saber quién lo habría traicionado.
La periodista remarcó que Griselda “tenía muy buena información y nosotras estábamos preocupadas por eso. Anunciamos que íbamos a viajar y casualmente la fiscal concedió bajar de la nube el contenido del teléfono”.
Gracias a esto se abrió una nueva línea de investigación contra Darío Holzweissig, quien posee los tres boliches bailables de la localidad y era uno de los auspiciantes de Griselda. Esta situación lleva entonces a su detención.
“Hay que pensar que habían anunciado que llegábamos a las 10:00 hs. Justo en esa audiencia liberaron a Jara y apareció este nuevo detenido”, puntualizó Claudia.
Para la periodista que la fiscal a cargo de la causa esté exponiendo en notas que Griselda era la amante de Holzweissig y que lo extorsionaba, es una cuestión gravísima.
Por un lado, porque es el tercer giro que dió la causa en menos de una semana. Primero estuvo la hipótesis de un suicidio, después de un femicidio en el contexto de un vínculo de pareja y en la actualidad la línea de investigación gira en torno a un aparente homicidio simple, ya que la fiscal no podría comprobar un vínculo entre ambos.
Por otro lado, no existe ningún audio en que quede expresamente manifestada una extorsión de Griselda hacia uno de sus auspiciantes, ni tampoco material en el que ella le pida algo a cambio para no escracharlo.
“Lo que dice es que hay conversaicones sobre dinero y conversaciones donde él le pide sexo”
Claudia sostiene que la gravedad del auspicio del ahora detenido es grave. “Primero que con secreto de sumario y a cinco días de un crimen una fiscal salga en los medios a estigmatizar así a la víctima me parece grave no sólo imprudente”.
“Vimos que es una fiscal muy joven, muy presionable y hay elecciones en Corrientes. Entonces quieren cerrar el caso rápido”
La periodista le pide a colegas que tratan y tratarán el tema que sean humanos. Este fue el pedido que recibieron de los hijos de Griselda cuando la comitiva se reunió con ellos el pasado viernes.
“Si bien la fiscal es una fuente oficial, es una fuente oficial contaminada por la política correntina. Esto te lo puedo asegurar.”
Además, Claudia agregó que “evidentemente para nosotros es y no es casual que sea el José Luis Cabezas de nuestra época, que sea mujer que esté involucrada la violencia de género y la precarización laboral.”
“En Corrientes el ejercicio de la profesión es 0. Entonces tenía dos cuchilladas en la garganta y tres vueltas de cordón en la garganta, era su herramienta de trabajo”, remarcó.
“Y lo imputaron (A Holzweissig) por homicidio simple porque no había pruebas de alevosía. Le faltaba medio diente, tenía toda la cara golpeada y para la fiscal no hay alevosía”, enfatizó Claudia.
“Realmente estamos muy preocupadas, para mí estamos lejos de que encontremos verdad y justicia para Griselda”
La periodista recordó que el imputado es dueño de los tres boliches bailables de Curuzú Cuatiá y uno de los temas que Griselda trataba en sus programas era la convivencia entre los boliches y la policía local.
Ella salía en vivo a través de su página en la red social Facebook, en la que además realizaba publicaciones informativas y de índole solidaria.
En uno de sus programas en vivo denunció que aparentemente la policía de la localidad custodiaba los boliches sin cobro de plus, es decir, harían pasar ese trabajo extra de seguridad como horario laboral.
Griselda expuso que esta situación, dejaba sin cobertura policial al resto de la localidad. “Esta denuncia se desata porque le roban la moto a una señora, entonces Griselda dice claro, esto pasa porque toda la policía está en los boliches gratis con la que pagamos todos”, explicó Claudia.
Para la periodista la campaña es tal que logra que la policía de Monte Caseros cobre el adicional. Su último vivo fue el viernes 19 e inició su programa contando que fue invitada a Monte Caseros, en agradecimiento por su acompañamiento periodístico.
“En Curuzú nombraron al nuevo Jefe policial que está denunciado por abuso y entonces es el motivo por el que habla en convivencia de la policía con el tema de los boliches”, resaltó la periodista.
Para Periodistas Argentinas no se puede descartar la idea de que se relacione su trabajo con su crimen y el gran cambio entre las líneas de investigación para el colectivo expresa “una torpeza muy grande”.
“Es una chica muy joven (la fiscal), es el primer caso que tiene. Está subrogando desde diciembre, nuevita nuevita, muy incapaz de llevar el peso de esta tremenda causa”, concluyó Claudia en la entrevista.
Periodistas y Comunicadoras de Corrientes
La noche del sábado 20 de mayo empezó a circular la noticia en redes sociales y en medios independientes correntinos, sobre la muerte de una periodista que ejercía en Curuzú Cuatiá.
Ante esto, el colectivo de Periodistas y Comunicadoras de Corrientes empezó a gestionar ideas para la visualización del caso y que no quede impune.
Tras la poca información que circulaba en los primeros días posteriores al hecho, se fue conformando desde el colectivo una agenda de cara al próximo 7 de junio.
En la fecha que conmemora a lxs periodistas argentinxs las Periodistas y Comunicadoras de Corrientes decidieron en asamblea abierta, organizar una jornada de lucha.
La mañana de ese día se realizará una movilización desde la sede de la Asociación de Periodistas de Corrientes (APC), ubicada en la intersección de las calles Rivadavia y Salta, y recorrerá las principales instituciones del Poder Judicial.
Participar de la marcha implica no sólo pedir justicia por Griselda, sino además exigir el respeto y normal desarrollo del derecho a la información para toda la ciudadanía, sin que las amenazas, la precarización, o los aparentes entramados de las instituciones del poder, corten el ejercicio de la profesión.
Para la tarde del 7 de junio se prevee una clase abierta en las afueras del Departamento de Comunicación Social, ubicado en la calle Sargento Cabral al 2001.
Más información sobre la jornada de lucha se podrá encontrar en los próximos días en el siguiente enlace: Instagram Periodistas y Comunicadoras de Corrientes
Al cerrar la nota la tarde del jueves llegó a esta redacción un texto con unas breves palabras de los hijos de Griselda, que compartiremos como conclusión de la nota:
“Básicamente están llamando a un juicio abreviado, por homicidio simple, y la fiscal junto a la parte acusada aparentemente llegan a un acuerdo donde le dan estos 8 o 10 años”, manifiestan.
Y agregan que “nosotros pedimos justicia porque fue un homicidio agravado, un femicidio! Y pedimos cadena perpetua”.
