Lo haría en un consultorio prestado, ubicado en la calle Plácido Martínez al 1500.
Acorde a fuentes que han llegado a la redacción, el ginecólogo Alejandro Gerardo Dahse continuaría ejerciendo la profesión en un consultorio prestado por un colega, quien desde antes de la sentencia ya le habría cedido el lugar, ubicado en calle Plácido Martínez al 1500.
El pasado 5 de octubre Dahse fue condenado a 7 años de prisión e inhabilitación perpetua de matrícula por el Tribunal Oral Penal n*1, en un juicio donde la libertad de prensa no fue asegurada para los medios que tenían interés en su cobertura.
En las últimas horas una paciente que se atendería en el lugar donde se ubica el consultorio cedido al ginecólogo, lo habría visto aparentemente ingresando a dos mujeres a consulta, puesto que lo habrían aguardado para su atención en la sala de espera del lugar.
La situación habría sucedido el pasado viernes, ya que la puerta del lugar habría sido cerrada porque cerca pasaban manifestantes de la XII Marcha del Orgullo.
Acorde al testimonio que se pudo recabar, una persona encargada de administración le habría dicho a la paciente testigo de la situación, “pasa porque voy a trancar la puerta, porque estos no le quieren al gringo”.
El hecho con las pruebas habría llegado a manos de una denunciante del ginecólogo, quien visibilizó la situación en sus redes sociales y pidió difusión a la prensa, ante la gravedad de la situación.
Tras las primeras repercusiones en las redes, con esta redacción se comunicó quien sería paciente del profesional que prestaría el consultorio a Dahse.
Acorde al testimonio de esta paciente, ese doctor le habría realizado comentarios despectivos sobre su cuerpo aconsejando operaciones estéticas, cuando la mujer recientemente había parido a su segundo hijo.
La responsabilidad de la posible existencia de nuevas agresiones sexuales de parte de Dahse en primer lugar, recae sobre el Tribunal Oral Penal n*1 que no libró la orden de detención inmediata, tras la lectura de la condena.
Por otro lado, sobre el Superior Tribunal de Justicia que no confirma la sentencia para que finalmente la inhabilitación de matrícula y la prisión queden efectivas.
Sofía Domínguez, querellante y abogada de Violeta y Rebeca, explicó que hasta que el Superior no ratifique el fallo, el profesional puede continuar ejerciendo la profesión.
