Griselda López: “¿Quién me devuelve a mi hija?”

Wenderson de Sousa fue condenado a cadena perpetua por el femicidio de Irina López. Tras el veredicto, la madre de la joven manifestaba que de nada le servía la sentencia, porque ella sólo quería abrazar a su hija. 

El pasado jueves el Tribunal Oral Penal n*1, conformado por el juez Raúl Juan Carlos Guerín y Carmen Figueredo y Teresita Godoy Prats como vocales, condenó a cadena perpetua a Wenderson de Sousa. 

El único que llegó al banquillo de los acusados por el femicidio de Irina López, recibió la pena máxima. Sin embargo, la querella junto a la madre de la joven, Griselda López, consideran que más personas son culpables por el crimen ocurrido el 2 de enero del 2018 en un inquilinato del barrio San Marcos. 

Esto debido a que se detectó un segundo ADN en el cuerpo de Irina y que en un primer momento, un grupo de extranjeros estuvo detenido por aparente encubrimiento del femicidio. 

La crónica de la maratónica y movilizante última audiencia de un juicio esperado hace cinco años.

Así de custodiado llegaba el acusado a las audiencias

Último testigo

La última declaración fue del dr. Vallejos, quien fue la primera persona en examinar el cuerpo de Irina tras su femicidio. Destacó que en ese momento el cuerpo no estaba rígido, lo que determinaba que el deceso se había producido hace poco. 

Tras su corta declaración, que finalizó alrededor de las 9:30 hs., el Tribunal determinó que era el momento de las conclusiones de las partes. 

Cabe destacar que se esperaba un juicio corto de cuatro audiencias, con alegatos y sentencias incluidos. Sin embargo, varias testimoniales no se pudieron realizar en sus momentos correspondientes. 

Por consecuencia, el Tribunal fue agregando audiencias hasta llegar a ocho jornadas de juicio. Dentro de las declaraciones que se sucedieron es importante remarcar que hubieron varios inconvenientes. 

Por un lado, una testigo fue declarada renuente, ya que no respondía a la policía cuando se acercaba a su domicilio para informarle sobre la necesidad de que testifique en juicio. De esta forma, la tarde anterior a la quinta audiencia fue detenida con el fin de que preste declaración ante el Tribunal. 

A la par, la testigo que era pareja del hijo del dueño del inquilinato no podía ser localizada. La policía constató que ya no vivía en la dirección que aportó en su primera declaración y tampoco era conocida en ese barrio. 

Esto también determina la lentitud de los tiempos judiciales, debido a que desde el femicidio de Irina pasaron cinco años. Motivo por el cual, es un lapso de años bastante amplio en el cual las personas pueden mudarse hasta de país. 

Para esta situación se determinó que la única declaración que se tenía de esa testigo, se lea y se incorpore tal cual estaba al expediente del juicio. 

En el caso de la hermana menor de Irina, a quien se le realizó una pericia de Cámara Gesell, la asesora de menores manifestó al Tribunal que esa prueba en video, debía incorporarse tal cual estaba. 

La asesora comentó a las autoridades judiciales que si la menor declaraba otra vez, sería una situación revictimizante para la ya adolescente. El Tribunal aprobó las consideraciones de la asesora y se pasó el video durante una audiencia. 

Alegatos

En primer lugar alegó la querella, a cargo de Salvador Pischedda, quien representa a Griselda. El abogado remarcó que el acusado se aprovechó de la vulnerabilidad social y económica de Irina. 

En cuanto a las testimoniales, hizo hincapié en la declaración de la bioquímica y genetista Zimmerman, quien afirmó que se detectaron dos ADN masculinos en el cuerpo de la joven y en la habitación n* 2 del inquilinato, que fue la escena crimen.

Después recordó el testimonio del dr. Galvez, el cual manifestó que en toda su carrera jamás había visto tanta agresión hacia el cuerpo de una persona. A la par, rememoró la testimonial de la oficial Canteros, que se quebró al declarar los hechos, ya que jamás había visto en toda su carrera lo que observó el día del hecho. 

Por otro lado, el querellante incluyó en su alegato parte del testimonio de la hermana menor de Irina en la Cámara Gesell. El profesional acentuó en el relato de la infante el día del hecho. 

Acorde a la pericia ella relató que la siesta de ese 2 de enero su madre estaba lavando ropa de los brasileros en la terraza del inquilinato por pedido de ellos, ya que sería un trabajo pago. 

En un momento la niña bajó hacia el patio del lugar y le preguntó al grupo de extranjeros que se encontraba de sobremesa allí tras festejar el cumpleaños de uno de ellos, si habían visto a Irina. 

A lo que el grupo respondió que la vieron salir, debido a que se fue a comprar algo. Versión que no es la correcta, ya que en ese momento se estaba produciendo el abuso. 

Por consecuencia, Pischedda en su alegato remarcó que este caso es gravísimo, por contener situaciones de aparente encubrimiento como la mencionada. 

También el abogado mencionó que a Wenderson de Sousa se lo detuvo el día del hecho en las inmediaciones de la av. Maipú y la calle Aconcagua. 

“Fue el ataque de dos masculinos contra una menor de manera salvaje”, remarcó el querellante. 

Y agregó que “la autopsia dio a luz algunas cosas que los imputados estaban ocultando, como el 99,9% de ADN del acusado en la pelvis de la víctima”. Cuando se remite a dos personas, el abogado enfatiza en el otro ADN encontrado que correspondería a Marcos Rey Silva. 

Para finalizar, Pischedda alegó que los brasileros le propusieron a Griselda el trabajo de lavar ropa en la terraza a propósito, para cometer el delito. De esta forma pidió se condene al acusado a cadena perpetua. 

En segundo lugar alegó la Fiscalía, a cargo de Sonia Meza, quien remarcó que el Ministerio Público investiga al acusado por el delito de abuso sexual con acceso carnal mediante una violencia tal, que provocó en la víctima lesiones internas que le ocasionaron extremo dolor. 

Esto derivó en un reflejo vagal que culminó en un paro cardiorespiratorio. “Esto es lo que la Fiscalía busca probar”, manifestó Meza.

La fiscal pidió al Tribunal que se considere el hecho como un abuso sexual, ya que el acusado pretendió instalar la idea de que era pareja de Irina. 

“Hoy Irina no está para contarnos qué pasó ese día, pero su cuerpo habló por ella. Bajo ningún punto de vista el resultado que mostró el cuerpo de la víctima puede ser entendido como una relación sexual consentida”, subrayó. 

A la par, remarcó que el hijo de Irina nació por cesárea, acorde a la historia clínica del centro de salud en el que se atendió. Por consecuencia, las lesiones internas nunca pudieron ser producto de un parto natural, como se pretendía instalar desde la defensa. 

Cabe destacar, que la fiscal también hizo hincapié en la detección de un segundo ADN, lo que acompaña el alegato de la querella en el hecho de que deberían ser dos los acusados por el femicidio. 

También Meza citó el caso de Lucía Pérez Montero, la joven de 16 años víctima de femicidio por las consecuencias de un abuso sexual grupal. Remarcó la nueva sentencia contra los dos acusados en el segundo juicio, para destacarla como un antecedente. 

De esta forma y explayándose en todas las pericias que avalaban el delito que se buscaba probar desde Fiscalía, Meza pidió también cadena perpetua para Wenderson de Sousa. 

Por último, la defensa a cargo de Sebastián Pardo realizó un alegato sumamente revictimizante tanto para Irina como para Griselda. El abogado atacó a la memoria de la víctima al ser madre joven. 

Además, apuntó contra Griselda con el aparente objetivo de dejarla como “mala madre”, al “consentir” el embarazo de Irina. También alegó una serie de cuestiones irreproducibles que fueron tan hirientes, que la madre de la joven tuvo que salir de la sala de audiencias. 

Esto determina la urgente necesidad de aplicar correctamente la perspectiva de género en los juicios correntinos, ya que una madre que busca justicia por el femicidio de su hija, no puede salir llorando de una audiencia por los ataques de la defensa. 

Pardo recibiendo a su defendido antes de empezar la audiencia

Sentencia

Tras el fin de los alegatos alrededor de las 11:00 hs. se esperaba que se fije una fecha para la sentencia. Sin embargo, gran sorpresa fue para lxs presentes en la sala cuando el Tribunal dijo que alrededor de las 12:30 hs. iba a estar el veredicto. 

En ese momento empezó a circular la información entre organizaciones sociales y feministas, para que se llene de manifestantes la entrada del Tribunal y así acompañar a Griselda en un momento tan esperado hace años. 

Hasta ahora se duda de si esta rápida decisión del Tribunal sucedió de esta forma, para que aparentemente el acompañamiento en la calle no sea tan amplio. Debido a que en una hora y media es muy difícil que las personas desde todos los puntos de la ciudad, lleguen rápidamente al lugar. 

Así a las 12:40 hs. se conoció el veredicto esperado hace cinco años: cadena perpetua para Wenderson de Souza.

Al instante Griselda explotó en llanto tapándose la cara y siendo abrazada por las mujeres que la acompañaron en cada audiencia.  

Innecesario en ese momento exacto, el sonido de flashes que interrumpían el momento de la madre de Irina. ¿Cuál era el objetivo de tener esa foto morbosa en los medios de comunicación?

Si querían ver a alguien llorando en la sentencia podrían sacarle fotos al ahora condenado, que también había empezado a llorar. 

Tras finalizar la lectura del veredicto, primero salió de la sala Griselda contenida por las mujeres. Al llegar a la puerta no pudo continuar caminando, ya que se descompuso. 

¿De qué me sirve la justicia sino tengo a mi hija?, gritaba la madre entre sollozos. 

“Mi reina, mi amor, 15 años. Quiero poder abrazarte, quiero darte una abrazo hija. ¡Ay, mi hija!”, exclamaba

Para quienes estuvimos en ese momento, es imposible no recordar la situación y empatizar con una madre que pedía a gritos poder abrazar a su hija. Para toda la vida nos quedará en la mente el llanto de dolor de Griselda. 

Cuando pudo compensarse ella salió afuera del Tribunal, donde la estaban esperando las miles de personas que pedían justicia a su lado. Memorable el abrazo con las primeras mujeres que desde principios del 2018 no la dejaron sola.

Sucede que tras el femicidio de Irina, lxs otrxs dos hijxs de Griselda y su nieto fueron llevados con engaños a un hogar de menores. A ella nunca le informaron correctamente del procedimiento y Griselda destaca que su hijo menor, aún padece las consecuencias de que la policía lo saque de su hogar. 

La jueza Irma Domínguez del Juzgado de Menores y Correccional Nº 2 fue quien le quitó la tenencia de sus hijxs y su nieto, dejando en el hijo menor secuelas que padece hasta el día de hoy y que afectan su rendimiento académico. 

Que irónica la Justicia correntina que expone a situaciones de estrés a menores y actúa con lentitud para detener y juzgar a femicidas y encubridores de crímenes. 

El ahora condenado siendo retirado de la sala

El futuro

Tanto Griselda como su abogado, Salvador Pischedda, comentaron que este es sólo el primer paso en la búsqueda de justicia para Irina. “No voy a parar hasta que todos estén presos”, remarcó la madre de la joven. 

Con la confirmación de un segundo ADN en el cuerpo de Irina, se pretende lograr la realización de un segundo juicio para que Marcos Rey Silva sea enjuiciado y reciba la misma pena que de Souza. 

A la par, la querella busca llevar al banquillo de los acusados a todos los brasileros que en un primer momento estuvieron detenidos, y tras visita del cónsul de su país y la reunión de éste con Gustavo Valdés, obtuvieron la libertad. 

Esto debido a que para Griselda y Pischedda deben ser enjuiciados por encubrir el femicidio de Irina. Se basan en las pruebas presentadas en el juicio, en las que se remarca que cuando la hija menor de Griselda le preguntó al grupo de extranjeros si habían visto a Irina, ellos le comentaron que se fue a comprar algo. 

Cuestión que es falsa, porque en ese momento en la habitación n*2 del inquilinato, Irina estaba siendo abusada sexualmente en forma grupal y de manera salvaje. Aunque esta última adjetivación es fuerte, es importante para remarcar la forma de ser de los acusados y la clase de persona a quienes se pretendería encubrir. 

Decir que la sentencia trajo alivio a la vida de Griselda y su familia es mentir en parte, ya que Irina debería estar viva y ella como madre jamás debió atravesar este proceso. 

Sí se puede afirmar que a raíz de las bajas condenas que venían impartiendo los Tribunales capitalinos en casos de violencia de género, fue una sorpresa la pena máxima y a la vez, la paz de lograr la condena deseada. 

Este es un camino que continúa ya que más personas deben afrontar el mismo juicio de Souza, tal como lo afirmó Griselda. 

No hay una forma correcta para concluir esta noticia que podría continuar indefinidamente destacando la fuerza de una madre, la necesidad de una justicia con perspectiva de género y el fin de la lentitud judicial. 

Sí se podría cerrar remarcando la foto que se tomaron abrazadas Jorgelina Romero, madre de Tamara Salazar, y Griselda al final de la audiencia. Una foto que evoca a la mente a imaginarse de la misma forma a Irina y Tamara abrazándose en el cielo y descansando en paz. 

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