Hasta encontrarte Cecilia

Lo que primero se investigaba bajo carátula de búsqueda de persona, pasó a titularse como femicidio. El análisis de los datos certeros que se tienen a la fecha y cómo la prensa trata el caso.

Para Cecilia, desde la Mega, con amor

Desde hace dos semanas el país se aprendió el nombre de una joven, que repite incansablemente en pedido de justicia: Cecilia Strzyzowsky.

Con un apellido con más consonantes que vocales, en la actualidad con sólo decir Cecilia sabemos a quien nos referimos. 

La joven chaqueña de 28 años lleva desaparecida más de dos semanas. Los primeros días de junio la carátula de la causa era “búsqueda de persona”. 

Con el pasar de los días y las pruebas recabadas hasta el momento, el fiscal Jorge Cáceres Olivera cambió la carátula a “femicidio”. 

Son varias las notas ya hechas sobre el tema y colegas han realizado incluso líneas de tiempo excelentes, para marcar cada momento determinante del caso.

No es nuestra intención llenar esta página con fechas y datos en una sobrecarga de información sobre la causa. 

Buscamos invitarles a la reflexión sobre qué tipo de medios de comunicación necesitamos para llevar adelante estas coberturas y sobre todo, evitar la criminalización de las protestas sociales. 

Queremos destacar que exigimos el inmediato esclarecimiento del caso y la condena perpetua para quienes participaron del hecho que se investiga. 

A la par, remarcamos una vez más que se debe terminar con la lentitud de los procesos judiciales.

La bailarina

No buscamos caer en el clásico cliché de decir que Cecilia “tenía toda la vida por delante”.

Sí pretendemos, al igual que su familia, que todo el futuro que tenía planeado y por el cual trabajaba día a día, se convierta en bandera de lucha para honrar su memoria. 

Gloria Romero, su madre, la recuerda como una mujer pacifista. Por tal motivo, siempre pidió a la ciudadanía que la acompañen a manifestarse en paz. 

Cecilia y Gloria eran muy unidas, su madre remarca en las entrevistas en medios de comunicación que hasta tenían la confianza para contarse intimidades sexuales. 

Por ende, no entiende qué pasó y por qué Cecilia nunca pudo comentarle todas las situaciones de violencia que atravesaría con César Sena, su marido. 

César y Cecilia se casaron por civil, a pesar de que la familia de él no lo aprobaría. 

Ella le pidió a su mamá que en dos semanas le teja un vestido para su casamiento y así fue. Ese día Cecilia vestía un traje tejido a mano color rosa pastel. 

Nunca se divorciaron y es importante aclarar esto, ya que Gloria confirmó que no existe acta de divorcio. 

El matrimonio se conoció por la aplicación de citas “Tinder”, aproximadamente en el último tramo de las restricciones por la pandemia. 

La familia de César, especialmente su madre Marcela Acuña, jamás habría aprobado esa relación. 

Para Gloria su yerno era un príncipe por como trataba a su hija. Esos amores románticos que parecen de película, describe la madre de Cecilia. 

Aparentemente y como todo accionar de una persona con características de manipulador, César sería así siempre frente a su suegra y su cuñada. 

En la intimidad, él sería una persona diferente y con rasgos violentos. Incluso el 3 de mayo la habría metido a Cecilia a la fuerza en una camioneta, ejecutándole una maniobra propia de las artes marciales que él practicaba. 

Esta es parte de la historia de Cecilia que es importante remarcar de cara a la investigación que se está atravesando, pero no es toda su historia. 

Ella era dueña junto a su marido de un bar llamado Gato negro, mujer trabajadora que día a día luchaba por tener el futuro que soñaba. 

Ese porvenir estaba marcado por el baile. Cecilia estudiaba en una academia de danzas para ser profesora. 

Tenía el sueño de recibirse y poner su propia academia. Le encantaba bailar, por eso desde ahora para nosotros será Cecilia, la bailarina. 

La primera marcha que se realizó para pedir su aparición con vida, sus compañerxs de academia fueron a realizar performances en su honor. 

En la multitudinaria marcha del miércoles pasado, Gloria invitaba a quienes irían a que se expresen a través del arte porque, “mi hija era una artista”. 

Cecilia también era muy unida a su hermana, tenían la misma runa tatuada y cuando su madre sufrió un accidente que la dejó inválida por mucho tiempo, Cecilia tomó más que nunca el rol de hermana mayor. 

La responsabilidad de los medios de comunicación

Desde que el femicidio de Cecilia empezaba a tomar más notoriedad pública, incluso nacional, los medios de comunicación se hicieron un festín con los datos que surgían a cada minuto. 

Obviamente no toda la prensa cae en este conjunto, pero lamentablemente sí la que tiene mayor llegada a la audiencia. 

Nos gustaría dividir este punto en dos partes. Por un lado, la criminalización de la protesta social y por otro, el morbo y la utilización política de la causa. 

En cuanto a lo primero, cabe destacar que los padres de César Sena, Marcela Acuña y Emerenciano Sena, encabezan un movimiento social y político de gran alcance en Chaco. 

Con Marcela y Emerenciano al frente del Movimiento Socialistas Unidos, crearon un barrio en la capital chaqueña que incluye escuelas y hasta una sala de salud. 

Más allá de las aparentes irregularidades que investiga en este momento la Justicia de esa provincia y que forman parte clave de la causa, algunos medios de comunicación que siempre se han opuesto a las protestas, aprovecharon para expulsar su odio. 

Es cierta más que nunca la frase, “pagan justos por pecadores”, ya que con las manifestaciones sociales se han logrado grandes cambios en nuestro país. 

Queda sobreentendido que si el Movimiento presentaba irregularidades, como las que se investigan, la Justicia debe actuar. 

Sin embargo, aprovechar para crear un clima de odio y de división social con la criminalización de la protesta, no es lo correcto. 

Los movimientos sociales y políticos presentan propuestas y visibilizan necesidades propias de las crisis que en los últimos años nuestro país viene atravesando. 

La toma de las calles es un factor clave para las transformaciones e ir contra eso, sería de alguna u otra forma, la búsqueda de un pueblo adormecido. 

De aquí se desprende la utilización política del femicidio de Cecilia. En plena campaña electoral de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del Chaco, no faltan las agrupaciones políticas que buscan sacar provecho de la situación. 

Con “sacar provecho” nos referimos a valerse del nombre de Cecilia y colocarla como bandera contra el actual Gobierno chaqueño. 

Independientemente de la línea política que se practique, manosear de esa forma la memoria de Cecilia, nuevamente por el acceso al poder, es impropio. 

No fomenta nada bueno y expone una vez más, la nula capacidad y formación de candidatxs en materia de perspectiva de género. 

Lo que nos lleva al morbo que se generó y fomentó con la cobertura periodística del caso. 

La línea de investigación que el fiscal manifestó es el aparente femicidio de Cecilia en la casa familiar de los Sena, y el traslado de su cuerpo hacia otro lugar. 

La forma en la que ocurrió el femicidio aún no ha sido esclarecida y quienes están al frente del caso no han afirmado nada aún, salvo el cambio de carátula. 

Todo otro dato que no haya sido constatado oficialmente por la Justicia y que se base en meras especulaciones periodísticas y a la par, se describan de forma inhumana, no aportan nada a la sociedad. 

Mucho menos a la memoria de Cecilia y al acompañamiento que pide su familia. 

Para Cecilia

Te imaginamos Cecilia entre nubes bailando al ritmo de tus canciones favoritas, guiando a tus seres queridos hacia donde te encuentres, para poder darte una despedida como corresponde. 

Si tuvieramos que explicar por qué tu caso nos atraviesa tanto, no encontraríamos todas las palabras para las emociones que surgen. 

Es una mezcla de hartazgo, tristeza y desconcierto con todo lo que la causa implica. 

También eso tienen un poco lxs artistas, ¿verdad Cecilia? Nacen angelados y eso lleva a las personas a movilizarse por quienes hacen arte, por quienes bailan como vos. 

Te imaginamos bailando en las marchas en que se pide justicia en tu nombre y se honra tu memoria. 

Ahí, en medio de la gente, con tu look de hip-hop y tu maquillaje con lentejuelas en la cara, como la foto que comparte tu madre. 

Sobre todo te sentimos en el santuario que se armó en la base del monumento a San Martín, en la plaza 25 de mayo. 

Entre carteles que piden justicia, esclarecimiento de tu femicidio y perpetua para lxs femicidas, te moves al son de un compás. 

Nos observas pasando, mirando con respeto el altar, dejando una oración, colocando bien los carteles que se caen o volviendo a prender una vela. 

Te volviste nombre de lucha y grito colectivo, de eso no hay vuelta atrás. 

Las personas cobardes que atentaron contra tu vida jamás imaginaron que sos tan fuerte, que tu partida física jamás impediría apagar el fuego con el que naciste. 

No tenemos todas las respuestas ni somos lxs mejores periodistas, quisimos honrar tu memoria y entre tanto morbo y odio con el que se cuentan las noticias sobre tu femicidio, poniéndole un poco de amor. 

Hasta encontrarte Cecilia…

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