La rockera de Sunchales resaltó el valor del mensaje, y la nueva posición de las mujeres.
“Estaba enojada /y ahora estoy preparada”, canta desafiante Marilina Bertoldi en el tema “¿O no?”.
En 2017, con “Sexo de modelos” ganó un Gardel al mejor álbum de artista femenina de rock y también obtuvo el Grammy Latino al mejor álbum de rock. Y ahora, con su último trabajo discográfico, tiene cuatro nominaciones para los Gardel.
“Me encantaría que hables,/ que te resistas cada vez más alto”, se escucha en “Fumar de día”.
Confianza
“No son solo los premios sino muchas cosas más que pasaron en este tiempo. Luego de 2017, en que hice ‘Sexo con modelos’, fui ganando confianza en mí. El camino artístico y su evolución van de la mano con la evolución en el camino personal; necesito mucha confianza y cariño propio porque no vine con ese chip. Para poder transmitir cosas en la música, tenía que estar muy cómoda conmigo”, relata la artista, que se ha convertido en una de las figuras del rock más reconocidas. Incluso, la crítica especializado ha advertido las influencias de Radiohead a INXS, pasando por Björk.
– ¿Cómo la pasás por estos días?
– Quiero decir muchas cosas, en este momento se destapó una olla; hay una gran problemática. Porque más allá de la queja, aparecer en el escenario es parte de la revolución. Es un tiempo en el que antes las mujeres no teníamos voces, soy una privilegiada por tener el espacio del escenario. Es un momento del que formo parte y asumo mis responsabilidades. Estamos sumando voces para que haya diversidad y distintas opiniones.
– Pero la mujer siempre estuvo en el rock…
– Pero éramos musas y nada más; eso significábamos. Nos pedían que seamos hermosas, dulces, perras, estúpidas, putas. Nos asignaban esos roles, así como que menospreciaban las obras que hacíamos. Y en el rock siempre fue revolución decir lo difícil de decir. Pero esta es una revolución no solo de las mujeres, sino también de las disidencias, de toda la comunidad LGBT. Hasta ahora la historia del rock argentino es la historia del hombre en el rock argentino, ellos son la que la contaban. Y había necesidades que estaban silenciadas.
– Estás pasando un buen momento.
– Para poder transmitir cosas en la música, tenía que estar muy cómoda conmigo; primero venía el tema personal. Tenía que conocerme bien, es un viaje muy personal para saber cómo quiero sonar y qué quiero decir. Porque el mensaje es fundamental y ayuda a visibilizar todo eso que estuvo tapado tanto tiempo. A los hombres también les servirá la revolución de las mujeres.
– El rock…
– Hace 30 años que están diciendo que el rock se murió, pero ahora es otra cosa. Un hombre rockero que se va al escenario, no tiene nada para decir, eso ya pasó. Aquí lo importante es la actitud; el rock es la actitud. Es ‘voy a decir esto, te guste o no te guste’. En cuanto al género, todo está mezclado ahora, no hay que ser conformista. Puede ser pop, por qué no…
– La palabra fuego es fuerte.
– Para mí es hermosa, siempre tuve algo con el fuego, con las llamas: y sí, quiero encender con lo que hago. Desde lo conceptual y la cosa misma, la palabra fuego es hermosa, insisto. Es combustión, es estar vivo, con mucha energía, una fuerza contra la opresión que sufren las mujeres.