Contaminación con Ivermectina en el Paraná: peligra la población de sábalos

Por Iván Benítez

El Laboratorio de Ecotoxicología Acuática (LEA) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) publicó sus resultados de los efectos de la Ivermectina en la población de sábalos del río Paraná. Si bien esperan más pruebas, aseguraron que la concentración del fármaco es alta en el ambiente acuático.

El licenciado en ciencias biológicas e integrante del LEA, Ismael Lozano, explicó a Sin Aportes que la presencia de Ivermectina en el Paraná está asociada a la ganadería en el Delta. Se trata de un antiparasitario aprobado para ser utilizado en los seres humanos, aunque su uso extendido se da en el campo veterinario. Su utilización es tan amplia y descontrolada que empezó a circular por los cauces de agua.

«Los efectos son a largo plazo. Se empiezan a ver pequeños efectos a escala poblacional que, a largo plazo, probablemente tengan un impacto en la densidad de sábalos. Estamos tratando de modelar eso», señaló el licenciado. Recomendó el uso de fármacos agroecológicos, que tengan degradación rápida y que se apliquen con discrecionalidad.

«Todavía no hemos publicado las concentraciones ambientales de ivermectina, pero otro grupo de investigación ya reportó valores para nada despreciables de este fármaco en el ambiente. Nosotros nos centramos en cuáles son los potenciales efectos que la ivermectina puede generar en los peces».

«Hay varios efectos. Pueden ser más exacerbados que en las personas e incluso pueden ser antagónicos. En el caso de la ivermectina les produce una especie de letargos: nadan menos, evaden menos a los predadores, cambian su capacidad de alimentación y tienen daños en distintos órganos», advirtió el científico.

El trabajo, que forma parte de la tesis doctoral de Lozano, se llevó a cabo en el LEA y en la Universidad de Luján. Para esto utilizaron peces de criadero y los expusieron en el laboratorio a niveles de ivermectina similares a los que arrojaron las muestras ambientales en el río Paraná.

«Son animales que no han sido previamente expuestos, porque si yo tomo animales del ambiente que ya estuvieron expuestos naturalmente a esta concentración de Ivermectina, es difícil poder discriminar después el efecto del tratamiento que se le aplica», explicó Lozano.

La pesca del sábalo da sustento a miles de familias. Además, en cuanto a los peces de río, constituye el mayor porcentaje en las capturas comerciales destinadas al mercado interno y externo, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Los últimos registros señalan que en 2018 se exportaron más de 17.000 toneladas.

Por otra parte, asumieron que lo que está sucediendo con los sábalos afecta también a múltiples especies del Paraná.

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