No existe título para esta nota

Imposible ponerle nombre al dolor, la bronca e impotencia que genera el saber que los casos de abuso sexual infantil en Corrientes no avanzan. Pasan años y madres protectoras son revictimizadas por el Poder Judicial u obligadas a esconderse para protegerse con sus hijxs.

En marzo de este año los Colectivos “Yo Sí Te Creo Corrientes”, “La Rebelión de la Infancia” e “Infancia Robada” difundieron un comunicado en los medios capitalinos correntinos, con el objetivo de visibilizar los casos de abuso sexual infantil (ASI) que estaban acompañando. 

Lamentablemente el texto no fue publicado en todos los medios a los que fue enviado y algunas personas incluso, bloquearon a las madres protectoras de Whats App tras el pedido de publicación del mismo. 

Empecemos por esto, un cColectivo que busca el acompañamiento mediático de lucha contra casos de abuso sexual infantil, para que la ciudadanía se sume a la causa, es bloqueado por personas dentro de los medios ante el pedido de publicación de un comunicado. 

Algunxs a leer esto tal vez dirán: “bueno, son cosas que pueden pasar”. Sin embargo, este simple hecho es uno de los obstáculos con los que se han encontrado desde hace años estos Colectivos, en la búsqueda de visibilización de las causas. 

El cerco mediático es enorme, de a poco se va rompiendo, pero aún está. Por un lado, hablar de ASI incomoda, porque implica formarse, empatizar y tener el conocimiento para visibilizar casos tan delicados. 

La incomodidad deviene de quienes no quieren salir del parámetro establecido en el tratamiento mediático y se ven en la obligación de una formación correcta, para una comunicación adecuada, no revictimizante y que apunte contra los denunciados. 

Por otro lado, algunos casos tienen como acusados a personas que tendrían determinados nexos políticos, judiciales o sociales. Esto les otorgaría determinada impunidad y cuando algunos nombres aparecen en algunos medios, muchas veces se daría la orden del no tratamiento del caso o la baja de las notas. 

Entonces como podemos analizar, para quienes un simple bloqueo representa un acto arbitrario e individual, en casos de ASI representa mucho más. 

Este es un ejemplo de todo lo que atraviesan las madres protectoras, pero no quisiera quedarme sólo con este punto. El panorama es más amplio y la indignación mayor. 

Madres protectoras

Tras el pedido de publicación del comunicado empecé a tener más contacto con madres protectoras. Hicimos un especial para Las Lisas, en la emisora de esta web, FM MEGA 98.1

Desde entonces trato de acompañar y visibilizar lo que pueda, respetando la profesionalidad y evitando con todas mis fuerzas desbarrancar en las notas, ante tanta impotencia. 

Como toda entrevista hay una parte que sale al aire y que escucha el público. La otra, lo que se habla en off, eso que te confían antes de salir al aire y que por algún u otro motivo no puede conocerse ante la audiencia, genera aún más sentimientos de bronca y dolor. 

Sucede que si bien cada caso tiene sus particularidades, todos terminan teniendo patrones comunes: abandono estatal, lucha en solitario, desprotección judicial, abogadxs que se “venderían” para beneficiar a la otra parte y el silencio del pueblo. 

Lo último creo es tal vez lo que más me shockea, ante tanto ataque a menores que esperan justicia y que fueron dañados en una etapa tan sagrada de la vida. 

Al saber que hay casos que cumplirían una década sin avanzar y que los denunciados o condenados por pedofilia caminan librementre entre nosotrxs, ¿cómo no estamos tomando las calles y peleando codo a codo con estas madres?

En medio de todas estas situaciones se encuentran ellas, las madres protectoras. Son eso: madres de sus hijxs y protectoras de otrxs. 

Está Verónica Arce, quien con su cara y voz le puso el cuerpo a la búsqueda de justicia para sus tres hijas. Su ex pareja y progenitor de las sobrevivientes, atravesó un juicio por abuso sexual infantil contra ellas que derivó en una baja condena. 

También se encuentra Paola Fermanelli, fundadora del colectivo “Yo Sí Te Creo Corrientes” y vocera ante la prensa de los casos que se acompañan. 

Por otro lado tenemos a la familia del niño Rayo, quienes cuidan su identidad y la del menor sobreviviente, para proteger su integridad. 

Se puede mencionar además a Irupé, una madre protectora cuyo nombre no es éste, pero debido a la gravedad de la causa se tuvo que elegir otro, para evitar su identificación. 

Para mí las madres protectoras son como esas superheroínas de las películas, pero en la vida real. Te cuidan, como al niño Rayo y a Irupé, para que nadie te identifique, y son tan genias que encuentran siempre la forma de visibilizar los casos respetando esa protección de una forma única. 

Creo que si las describiera me quedaría corta. Las veo en cada marcha, movilización o convocatoria unidas, hablando, tejiendo. Encontrándose entre tanto dolor y dándose fuerzas. 

Para esas madres que han pasado los años esperando justicia, que les han atravesado en el cuerpo y en el corazón, verlas tan fuertes, tan decididas, tan pétreas al pararse ante la prensa y hablar sobre los casos, no hay adjetivo calificativo que abarque todo lo que representan. 

Los casos

Actualmente los Colectivos correntinos acompañan la búsqueda de justicia en las causas que involucran a Gustavo Marcolli, Joaquín Santiago Gómez y Gustavo Acevedo. A la par, exigen la no restitución del niño Moliere a su progenitor, quien está denunciado por abuso sexual. 

El psicólogo infantil Gustavo Marcolli continúa atendiendo sin control policial o judicial. Se remarca esto, ya que quien se dedica a esa profesión atraviesa desde hace siete años una denuncia por abuso sexual infantil contra un menor de entonces cinco años. 

En todas las instancias judiciales el denunciado fue sobreseído, motivo por el cual la familia querellante sostiene que serían los vínculos políticos y judiciales los que le permitirían a Marcolli el sobreseimiento. 

En marzo fue nuevamente sobreseído, pero el mes anterior (febrero) la Asesoría de Menores n*2 había pedido su imputación. La causa pasó a la Cámara de Apelaciones, que concedió el recurso de casación. 

Ahora el Superior Tribunal de Justicia debe confirmar el recurso para el expediente 174366/17 y así el denunciado, atraviese los justos procesos con un juicio y haya finalmente justicia para el niño Rayo. 

Para más información del caso se puede seguir en Instagram la cuenta @yositecreoctes o también acceder al siguiente link Caso Gustavo Marcolli

Contra Joaquín Santiago Gomez pesa una denuncia por abuso sexual infantil contra su propia hija de entonces tres años y dos perimetrales, que fueron violadas, en el expediente 239559/21. 

La madre de la menor cuyo nombre elegido para proteger su identidad fue Irupé, pide por favor a la ciudadanía que la acompañe en el avance de su causa. Ella tiene un montón de pruebas que no se cargan en el expediente. 

En estos tres años atravesó pericias en las que se puso en duda su salud mental y su capacidad de maternar, con el aparente objetivo de que la menor sea revinculada con el denunciado. 

Para conocer más información se puede acceder a la siguiente nota, que al final tiene un enlace al audio del testimonio de Irupé: Caso Irupé 

Gustavo Acevedo recibió la condena de sólo seis años de prisión por el abuso sexual contra sus tres hijas menores, por el Tribunal Oral Penal n*2. Además, no fue detenido inmediatamente. 

El condenado vive a sólo ocho cuadras de distancia de la casa de las sobrevivientes y en una de las audiencias agredió gestual y verbalmente junto a su familia, a la familia querellante. 

Se destaca esto último ya que Verónica y sus hijas se encontrarían en peligro ante la desprotección judicial. ¿Quien las cuida para que el condenado no se acerque al domicilio o no las ataque en la vía pública?

Estas bajas condenas y el abandono judicial atraviesan de una manera brutal el alma y corrompen las fuerzas y las emociones. Es imposible no empatizar con una madre que confió en la Justicia y ésta le respondió de esta forma. 

Gustavo Acevedo

Fijate bien la foto, porque al estar libre podes cruzártelo en la plaza, el supermercado o en cualquier lugar. ¿Compartirías espacio con un pedófilo? No es necesario que me lo respondas, porque el Tribunal Oral Penal n* 2 respondió por vos. 

Su respuesta fue que sí, que podes compartir, que podes estar en una plaza con tus hijxs y a tu lado puede estar un pedófilo. Yo sé que no es lo que querés, pero para que no pase implica que toda la ciudadanía se una al pedido de justicia por estos casos. 

La información sobre las audiencias del juicio se pueden conocer en el siguiente link Juicio Gustavo Acevedo

En la localidad de Ituzaingó el Juzgado de Instrucción y Menores intenta revincular a un menor sobreviviente de ASI con su progenitor. La madre del niño Moliere presentó todas las pruebas contra el progenitor del sobreviviente, quien tiene denuncias por abusarlo física y sexualmente. 

Si bien existen claras pruebas que avalan las denuncias, el Juzgado pretendería criminalizar a la madre por esconder al menor para evitar la revinculación. Este caso se conoció en los últimos días y se encuentra en la búsqueda de más información. Para conocer más se puede acceder al Instagram @justiciapormoliere

Unirse a la lucha

Quisiera que volvamos un momento al caso del denunciado Joaquín Santiago Gómez y a Irupé, la madre protectora. Hay un punto que es necesario desglosar, las pericias revictimizantes. 

Sucede que en todas las causas contra ASI la clásica respuesta de los Juzgados sería el típico “la madre está loca”. Claro que no lo expresan con esas palabras, sino que le colocan los sustantivos legales que pareciera, quisieran hacer más suave las conclusiones. 

Entonces los expedientes se llenan de pericias que avalarían Síndromes de Alineación Parental (SAP) de las madres o en los que se pone en duda su salud mental y su capacidad de maternar. 

Es que siempre va a ser más fácil parece para la Justicia culpar a la madre, revincular a menores con progenitores denunciados o indicarlas como quienes “guiarían” el relato de sobrevivientes, que ponerse a investigar.  

Se cae así en el aparente objetivo de los denunciados de instalar que la denuncia es falsa, que le impiden el contacto, que “¿cómo yo le haría eso a mis hijxs?” y que son las madres unas locas. 

Una y otra vez las madres protectoras son criminalizadas, revictimizadas, desoídas. Paleadas una y cientos de veces por una Justicia que no las acompaña. 

Mientras en sus casas son las que se llenan de miles de ideas para sostener el hogar y a sus hijxs sobrevivientes. Las que se levantan tras cada golpe judicial gracias a otras madres protectoras que las acompañan. 

Las pruebas se pierden o no se cargan, pero ¡oh, sorpresa!, aparecen cuando se viralizan los casos en los medios de comunicación. 

Esta tarea, la visibilización, nos corresponde a todxs. A la prensa y sobre todo a la ciudadanía en la réplica de las noticias. 

No es sólo el compartir en las redes sociales, es también hablarlo con un vecinx, con unx conocidx, con la familia. Ir instalando el tema en la sociedad. 

Es unirse a la lucha para que esto no pase más, para que la Justicia deje de ser tan lenta y vean lxs jueces que lxs estamos mirando y analizando si su desempeño es correcto o no.  

Recuerdo que una vez cubrí un caso de abuso físico y psicólogico, donde la sobreviviente tenía incluso perimetral de impedimento de todo tipo de contacto, ya sea por el denunciado o terceros. Así de grave era la causa. 

Claro que se visibilizaron una serie de aparentes irregularidades cometidas por el Juzgado Correccional n* 2 en el caso. Al medio en el que se publicó la nota le llegó una cédula policial emitida por la defensa. 

Pedían un derecho a réplica que todavía no ha sido usado, pero lo que más me llamó la atención no fue eso ni recibir la cédula. Fue la parte del escrito en el que se mencionaba que le harían saber a la jueza que se ponía en duda su desempeño. 

Más allá de asustarme, ya que tal vez esas palabras fueron escritas con el aparente objetivo de amedrentar a la prensa para que se sepa que el Juzgado tomaría conocimiento de la nota, me puse contenta. 

Sí, tuve ese sentimiento porque finalmente ese Juzgado y los demás sabrían que los medios de comunicación, por ende la audiencia, es decir, la ciudadanía, tendrían los ojos puestos en su desempeño. 

Espero que de verdad le hayan hecho llegar la nota, debido a que en la actualidad además de ese caso se han conocido otros dos también por violencia de género, que involucran al Juzgado y que también contendrían irregularidades. 

Para citar uno, se puede acceder al caso en el siguiente link Denuncian a un agente de seguridad por violencia de género

Emociones

Ante todo lo expuesto, incluso con el acceso a las coberturas de otros casos, se darán cuenta que era imposible colocarle un sólo título a esta nota. 

Aparecen miles de emociones, pero quisiera que nos centremos en dos: empatía con las madres protectoras y repudio a denunciados por ASI. 

Nos falta mucho como sociedad. Si nos unieramos a estas madres, si nos hiciéramos carne con ellas, podríamos cambiar la realidad. 

Es entender que esta lucha no es sólo por esas causas, es por todas. Por todas las personas que nunca pudieron contar lo que atravesaron, por esas quienes hablaron pero no les creyeron, porque esto no pase más. 

Es cuidar a cada infancia y cuidar a cada adulto que atravesó en su infancia por esto. Es terminar con una Justicia lenta y hostil para quienes denuncian. Es gritar fuerte y colectivamente “CON LXS CHICXS NO”. 

A las madres protectoras, mi mayor respeto y admiración.

Para los pedófilos, todo mi repudio y condena social.

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1 comment
  1. Desde eñ Colectivo YO SI CREO CORRIENTES agradecemos el excelente tratamiento de las luchas que dalos en las calles y el poder juducial. Ojalá veamos cambios profundos, en beneficio de las infancias y adolescencias!

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