Se trata de “Tránsito lento”, nuevo corte del disco “Cargar la suerte”. Fue realizado en la cárcel de Caseros. La misma locación de “El marginal”.
Andrés Calamaro estrenó recientemente Tránsito lento, un videoclip en el que estrena sociedad artística con Luis Ortega.
Segundo corte de Cargar la suerte, el último disco de El Salmón, fue rodado en la cárcel de Caseros, la misma que se usó para El Marginal, y resultó de alto impacto.
“El insobornable Luis Ortega le pone imágenes de cine a la música de Andrés. Es Tránsito lento la canción que se ensancha y se amplía; que excava hacia lo profundo de la existencia en las imágenes del artista Ortega. El envase del pop se resquebraja”, dice un texto promocional que parece escrito por el mismo Calamaro.
“Entonces, ‘Esperar salir’ es: Esperar salir del encierro, de la miseria, de las adicciones y de la propia cárcel de la naturaleza humana. La variedad de imágenes, personajes, escenas y secuencias, es extraordinario cine y arte”, añade.
Y luego completa: “Pocas veces una canción se completa con arte y cine de esta categoría. El tránsito bailable, entonces, adquiere dimensiones marginales de insólita belleza real. El maridaje de canción y cine induce a la reflexión profunda y al baile, en una danza hermosa y terrible, que bailan el cine y la música. La vida y la libertad”.
Para este trabajo, el director de El ángel no llamó actores ni actrices, es un cast que vive en la calle o duerme en un cajero automático, de sobrevivientes. Solo conocen las emociones extremas y reales.
“Son los protagonistas de la interpretación de Luis, consagrado director de cine, artista de discos y poesía _apunta la gacetilla oficial_. Vemos entonces la expresión más pura de la realidad. La flor que habita fuera de los teléfonos de internet. Hay bajas tan bajas que nadie computa de tan bajas que son. Los olvidados bailan mejor”.
A su turno, Luis Ortega contó: “Al día siguiente de que Andrés me propusiera ponerle imágenes a esta canción, caminaba por Buenos Aires con la letra y la melodía en la cabeza. En ese tránsito me crucé con los protagonistas del video”.
“Zacarías (hijo de la República de Paraguay) andaba por Constitución, sobre sus muñones, al tempo de Tránsito Lento. Una chica que dormía, pipa en mano, en un cajero, me interceptó para contarme que era una actriz frustrada, ahora en situación de calle. Y vi a un senegalés aferrado con uñas y dientes a su mercadería, mientras la policía lo arrastraban al patrullero que lo conduciría a la cárcel”, siguió el cineasta.
“Para coronar la jornada, esa noche bailaba en la vereda, Humberto Sanmartino, el Jagger de Abasto. Supuse que nada de esto había inspirado la bella canción que Andrés me había mostrado, pero ya no pude pensar el trabajo sin ellos, y vi como en la fusión, todo se resignificaba”.
