Por: Exe Arrua
Germán Coppola es un músico independiente de la ciudad de Avellaneda y junto a Sofía Dellafiore Son las creadores de este disco de rock con gusto a Tango y lleno de variantes musicales que se combinan todo el tiempo con la lirica para darle forma a una obra compuesta en pandemia en compañía de demonios y experiencias sonoras.
El verano del 2020 los encontraba regresando de una gira por Ecuador donde además de visitar y compartir con amigos de la música presentaron su primer disco. “Una experiencia emocional y musicalmente gratificante” asegura Germán. Al poco tiempo con la llegada de la pandemia algunos bocetos de canciones se comenzaron a mezclar con el verano y con el encierro de aquellos días dándole forma a Pandemonium.
Al principio la idea era utilizar el recurso de grandes bandas como Pink Floyd al grabar el disco en un solo track, una idea que deja ver la búsqueda de los músicos por unificar las diferentes facetas del arte que la componen. El concepto no es solo musical si no que también hay poesías interpretadas en las canciones y un trabajo artístico de la tapa que busca reflejar la oscuridad sonora y las liricas penetrantes que tiene el disco.
En la misma línea Germán y Sofía están terminando lo que será el video clip del álbum el cual será un cortometraje basado en todo el disco y no en un tema en particular como se suele hacer. Una apuesta interesante que podría marcar un camino en las formas de llevar las canciones al formato audiovisual en tiempos de redes sociales donde todo es inmediato.
“Cuando comenzamos con el disco lo que buscaba era poder mezclar sonoridad, emoción e incertidumbre. La primera vez que lo escuche sentí la fusión de la música de mi infancia y la mezcla de estilos con los que me fui encontrando en la escuela de música y a los largo del camino” nos cuenta Germán, que también es profesor de piano en la escuela de música y vive a la enseñanza con el mismo compromiso que con la música. Destacando en ambas profesiones la importancia de entender y atravesar los procesos.
Para él el disco es el retrato de un momento, un disco que busca ir mucho mas allá de la música y de las canciones intentado mostrar que las diferentes ramas del arte pueden fusionarse para darle forma a una misma obra.
Es un viaje sonoro con letras que aflojan las emociones haciéndonos bajar la guardia del sentir para enfrentarnos con nosotros mismos, con esos demonios pandemicos que nos obligaron a mirarnos muchas veces al espejo. El disco se puede escuchar en la mayoría de las plataformas digitales, además pronto podremos ver Pandemonium en formato audiovisual.
En un mundo donde mañana todo quedo viejo que haya artistas que pasan por alto eso y sus impedimentos para darse la posibilidad de crear colectivamente intentando quebrar los formatos, es la prueba fehaciente de que a pesar de las modas, las costumbres y lo establecido las canciones se sienten o no se sienten. Particularmente Pandemonium me trajo de visita algunos silencios que estaban pausados por la vida cotidiana. Un disco recomendado para escuchar a la tardecita, con luz tenue, con volumen medio y en lo posible solo.
