Carlos Pissolito es especialista en geopolítica presidente de la Asociación Cascos Azules e integrante del Centro de Estudios Estratégicos Santa Romana brindó una entrevista telefónica a Sin Aportes y dio un panorama de qué es lo que está sucediendo en Afganistán. Además contó su experiencia personal en los viajes que realizó años atrás en territorio afgano. Por último dejó entrever qué podría pasar luego de que la intervención norteamericana con apoyo de la OTAN abandonen dichos territorios.
Carlos es también fundador de ALCOPAZ (Asociación Latinoamericana de Centros de Operaciones de Paz), en la conversación telefónica dijo que esta es una situación que se vive históricamente en el país y lo que está sucediendo actualmente es un regreso a la “normalidad”. De esta manera expresó que: “Desde hace siglos que vive en una permanente ebullición, probablemente la mejor definición que podamos dar para que entienda la audiencia, Afganistán no es un país, Afganistán no es un Estado. Es un conjunto de tribus con diferentes banderas, durante estos últimos 20 años Los Estados Unidos y la OTAN intentaron a su forma, a mi criterio equivocada, constituir un Estado de tipo moderno similar al nuestro y obviamente ha fracasado estrepitosamente”.
En este sentido contó que la dificultad de pretender plantear un cambio en la cultura a través de la imposición de conceptos traídos del occidentalismo es a su criterio “un error”, sobre todo hacerlo desde la imposición “violenta”. Además añadió que estos territorios, pese a haber sufrido algunas invasiones “nada ha cambiado”. Esto se da según Pissolito porque “es una sociedad milenaria y antigua que vive de acuerdo a estos códigos que para nosotros los occidentales, no nos resulta comprensible ni nos resultan adecuados, pero ellos están contentos y viven así, les parece bien”.
¿Qué va a pasar con las mujeres que siguieron el ordenamiento que intentó imponer Estados Unidos junto con la OTAN?
“Con diferentes grados la mujer no goza de un estatus similar al de los países occidentales y se da por aquello que ellos denominan la Sharía que es la ley Coránica. Obviamente llevan eso a un extremo prácticamente absurdo. Lo que yo me lamento como los Estados Unidos puso énfasis justamente en tratar de occidentalizar esas culturas milenarias, impulsaron que las mujeres se quitaran el velo, que estudiaran, que salieran a las calles sin protección masculina, yo lamentablemente debo pronosticar que todas las mujeres que le hicieron caso a los occidentales de alguna manera van a ser reprimidas y castigadas porque es su forma de ser”.
De esta manera el politólogo aclaró que no se está tratando de justificar el maltrato o mucho menos tratar de darlo a entender sino que se lucha contra una cultura milenaria que “ellos creen fervientemente incluso las mujeres muchas de ellas así lo creen”. Es decir esta imposición cae nuevamente en un vacío porque hace “miles de años ellos creen en otra cosa”.
Carlos Pissolito planteó que se podría haber buscado una manera más democrática, más “pautada, más evolucionada y más progresista”. “Lamento la suerte que seguramente las mujeres más audaces que entraron en tónica hoy van a sufrir. Lamentablemente van a sufrir consecuencias que pueden ser incluso muy graves”, sentenció el politólogo.
Desde que Estados Unidos decidió abandonar el territorio afgano las imágenes desesperantes de quiénes quieren salir del territorio es “prácticamente imposible” debido a que está compuesto por una geografía montañosa con “pocos caminos”. “Imaginate que estás en un lugar montañoso con pocos caminos, no hay muchos medios de transporte, el transporte que se ve son una especie de motos de tres ruedas tipo Siambretta dónde suben 15 o 20 personas. Por supuesto la tracción a sangre, se ven burros, asnos, mulas, caballos. Es como si a vos te transportaran al siglo 12 o al siglo 10 en la edad media”, expresó Pissolito.
Carlos Pissolito tuvo la oportunidad de recorrer territorios como Pakistán o la misma Afganistán, en la entrevista contó su experiencia muy cruda dónde en un recorrido que realizaba junto con su familia sufrieron todo tipo de improperios por parte de los habitantes de la región al punto de tener que pedirle a su hija y esposa que se cubrieran para no padecer males mayores.
“Almorzando con el presidente de Pakistán que después fue condenado a muerte, le pregunté si era posible cambiar este tipo de sociedad, porque no solamente es Afganistán, Pakistán es muy parecido y todas las repúblicas que terminan ‘tán’ que las rodean también y me contestó de la siguiente manera: ‘Ni en este siglo ni en el que viene’.
EL RÍO VUELVE A SU CAUSE
El presidente de Cascos Azules dio una apreciación de lo que sucederá en las relaciones internacionales con Afganistán. Por una parte planteó que para nosotros los Occidentalistas, lamentablemente el Estado va a regresar a cómo era hace 20 años antes de la invasión al territorio. Sin embargo para quienes ocupan estos suelos será una vuelta a la normalidad.
“Si voy acompañado como fue el caso de Estados Unidos que es una potencia militar, con divisiones, con helicópteros, voy a lograr por un tiempo mientras yo esté sobre el terreno que más o menos me respeten. Pero una vez que yo me fui, es el caso que acaba de suceder, el río vuelve a su curso”.
Por otra parte China, que tiene una ventaja geográfica para el comercio exterior en una zona que se la conoce como la ‘nueva ruta de la seda’ podría sacar ventaja de esta situación. “China tiene una imperiosa necesidad de continuar su ruta de la seda que ha llegado a Pakistán y tiene en frente tiene a Afganistán, la debe atravesar. No ha hallado la respuesta, si China se mantiene en una relación meramente comercial que no busque imponer ninguna pauta cultural diferente a la que en este momento impera en Afganistán seguramente va a tener éxito”, expresó.
Redacción Darío Ramírez.
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