Rocío Palacio secretaria general de la Sade compartió en la revista cultural Serendipia, un extracto de la obra de Martha Ayala. La obra se la puede adquirir desde ambas instituciones. A continuación la reseña breve junto con el prólogo que realizó el presidente de la Sade Corrientes.
DESDE EL CENTRO DE MI SILENCIO – MARTHA AYALA
“El silencio es una parte indispensable de la poesía; el silencio es una pausa necesaria para expresar con mayor o menor intensidad las emociones por las que estamos atravesados… y pareciera un oxímoron referirnos al silencio con una palabra que es a su vez una cadena de sonidos articulados.
Pero el silencio va mucho más allá de su propia acepción, de su pobre pobreza o de su sublime riqueza de ser la suspensión de todo tipo de resonancias. Y es entonces que la pregunta surge necesaria como el aleteo de una mariposa para mantenerse en el aire: ¿Puede haber silencio donde hay poesía? ¿A qué llamaríamos silencio? ¿A la ausencia de voces alrededor? No.
La poesía es música y su silencio es un mero símbolo recostado en lo mental, no en lo físico, ya que la capacidad de abstracción del poeta es capaz de imponerlo solo en la multitud.
Desde el centro de mi silencio pareciera ser la belleza de una contradicción propia del vate que se sumerge en la pileta de su soledad elegida para no perturbar las palabras que busca engarzar y así poder entregar al mundo una melodía interior multicolor y poder escuchar sus latidos, sus propios tiempos y silencios acompasados”.
Prólogo: Avelino Núñez
“¿POR QUÉ ESCRIBO?
¿Por qué escribo?
Para interrumpir mi llanto
la pluma da sentido al sentimiento.
Nadie se percata de mi tristeza
que corta en trozos
mi corazón blando
lleno de espanto.
Felicidad
te llamo y no vienes
te amo y no vienes
¿Por qué viniste un instante
como un beso de luz?
¿Sólo para dejarme nuevamente
devastada en la oscuridad?”