Juego de Presagios

La última temporada de Game of Thrones nos mantiene en un circuito de pasado y presente en forma de cierre narrativo a la trama general de la épica historia y al mismo tiempo a la construcción de cada personaje siendo todos ellos con sus diversas complejidades. Los detalles del capítulo son un gran protagonista que incentivan a transmitir un ambiente de tensión y espera, angustia y unión, oscuridad y esperanza, creando un propósito reflejo y paralelismo. El lenguaje cinematográfico es el encargado de construir el escenario propicio a la historia basándose en elementos audiovisuales para lograr el cometido. Estos elementos son la fotografía, la iluminación, el vestuario, efectos sonoros, efectos visuales/especiales, la música, el guión, la interpretación, hasta el silencio y la quietud en el momento exacto son elementos que pueden comunicar más que el ruido y las palabras (o viceversa).

Principalmente, me gustaría comenzar explicando que la serie (como los libros) mantienen un gran trabajo de guión; cuando menciono al guion no solo tiene que ver con las decisiones que se eligen para las líneas habladas, el guión también representa la construcción de la escena, las intenciones, estados y emociones de los personajes, siendo estos principales, secundarios y/o contextuales.  Por esto, es muy interesante el desenlace político, ideológico, sentimental, psicológico y de presagio que resuelve la serie de manera objetiva e inteligente. Me gustaría repetir inteligente porque esto significa que la construcción ha sido pensada con coherencia y cohesión a partir del lenguaje cinematográfico. Así mismo, otros de los elementos encargados de guiarnos a través de este capítulo será la fotografía, definiendo los planos, asimismo un gran participante será la elección musical, que acompaña tanto el ambiente como las emociones intrínsecas. Del mismo modo, destacar que en esta temporada final también nos mantiene en un circuito de paralelos y espejos, utilizando así el recurso del antecedente para indicar a la audiencia una sensación de reconocimiento que sirve a modo de profecía siendo esta última un componente imperante en el Westeros de George R.R. Martin.

En Battle of Winterfell un elemento recurrente en la dinámica será la quietud previa al movimiento. El episodio inicia con un plano detalle en las manos temblorosas de Samwell Tarly mientras recibe un arma de dragonglass, luego el personaje emprende su marcha a través del patio de Winterfell con un plano secuencia que recorre el ambiente desolador de soldados reclutados para el enfrentamiento, los no combatientes siendo llamados a la cripta, Lyanna Mormont dando órdenes a sus hombres, mientras tanto la marcha de Sam continua para luego hacer foco en Tyrion Lannister quien permanece (en su quietud) disgustado con el rol al que fue asignado; es importante saber que Tyrion pudo demostrar su valentía e inteligencia de improvisación en la batalla de Blackwater y este propósito reside en el haciéndolo sentir como una herramienta mal utilizada. En este plano secuencia comenzamos a divisar las diferentes emociones de los personajes, en una cuestión de pocos minutos ya se construye la sensación que se vive en el escenario de expectativa, desesperanza y miedo como primer dato necesario para que el espectador se prepare.

El último milagro

Los tambores construyen la tensión ante la espera del ejército unido para combatir a los muertos, Melisandre emerge de la oscuridad para brindar el último milagro tomando el arakh de Qhonos e invocando al Dios de la Luz para encender con fuego el arakh de todos los Dothraki; la caballería encargada del primer golpe. La escena me recuerda a la batalla de Helm’s Deep en The Two Towers, cuando en el mismo ambiente de desolación los elfos aparecen en un último respiro para aliarse con el ejército del Rey de Rohan, Theoden. Evoco a la escena como esa pizca de esperanza que podría hacer la diferencia, como los arakhs encendidos en la punzante oscuridad.

El invierno llegó

Jorah Mormont dirige a la caballería dothraki al primer enfrentamiento contra los muertos, en una escena donde la música se despliega en in crescendo al grito de los dothrakis que da fortalece al ascenso de esperanza, unión y luz. Pero, las luces de los arakhs se extinguen a medida que avanzan contra el enemigo, ese enemigo que se fusiona en la oscuridad de la noche, en ese momento como espectadora entendí que “la noche es oscura y llena de terrores”. La música se interrumpe para dar lugar a los sonidos de guerra, espadas chocando y gritos de pánico que se funden en la desesperación del silencio penetrante, como la noche que apaga hasta la última llama. Con el ejército aliado expectante a lo inevitable, escuchamos la música emerger, como elemento que advierte la persistencia de la guerra con un leve sonido de tambores imitando quizás el corazón de los combatientes, el mismo recurso es utilizado en escenas claves de la misma índole. Esta herramienta me recordó al trabajo de Hans Zimmer en Dunkirk, que llevó al score a ser una protagonista de calidad intrínseca en los escenarios de Christopher Nolan.

El coraje de Theon

“Todo lo que hiciste te trajo hasta donde estas ahora. En donde perteneces. Tu hogar”

En este episodio se definen los propósitos que concretaron a muchos personajes, entre ellos Theon Greyjoy quien experimentó una de los desarrollos más contradictorios. Es necesario que retomemos la primera temporada, aquella escena en la que promete a Robb luchar a su lado siempre en el godswood, lugar en el que no es casualidad que sea el mismo escenario en el que encuentre su reivindicación con el coraje de un buen hombre. Lo que está muerto, no puede morir.

¿Qué decimos al Dios de la muerte?

A lo alto del castillo, Arya y Sansa observan la batalla tornarse peligrosa, en aquel momento Arya despide a su hermana entregando un arma de dragon glass recitando la frase emblemática que dio inicio al momento cero del progreso de su personaje: “apuñálalos con la parte puntiaguda”. Es en este momento de la trama que se define la estructura narrativa que nos guía a enfocarnos al origen de su historia, también es el momento en que entendemos que seremos testigos de todo lo que forma parte de su evolución hasta el momento y de su destino hasta el final del capítulo.¿Cómo seguimos disfrutando de su destreza? En la escena que se enfrenta a los wights con el arma que Gendry fabricó para ella o cuando la rodean en la biblioteca del castillo. Particularmente, en esta escena el lenguaje sonoro nuevamente toma las riendas y se encarga de mostrarnos el exitoso entrenamiento recibido por Syrio Forel, “rápida como una serpiente, silenciosa como la sombra”. Mientras intenta eludirlos para evitar enfrentamiento no escuchamos sus pasos, de no tenerla en el plano visual no sabríamos de su presencia y esto se contrasta cuando las gotas de sangre que caen de ella hacen un ruido estruendoso. En comparativa, la habilidad de sus movimientos fueron adquiridos en su enteramiento, mientras que la caída de la gota está fuera del control de sus capacidades; las mismas, serán parte del desenlace destinado a tomar acción. Pero antes, debe escapar de los wights, con la ayuda de Sandor Clegane/The Hound y Beric Dondarrion. Me gustaría destacar la poética muerte de Beric Dondarrion defendiéndola y al mismo tiempo definiendo el propósito por el que el Dios de la Luz lo trajo de la muerte a la vida tantas veces. Al mismo tiempo, no es coincidencia que en un plano durante su muerte se lo vea en forma de cruz, como un cristo, éste personaje bíblico también resucitado.  

Acto Final

El enemigo triunfante avanza, en el suelo los wights matando a quien encuentren a su paso de modo incansable, Daenerys y Jon no lograron derrotar a el Night King con los dragones, en las criptas los sepultados toman vida, cada revoque de Winterfell se impregna de muerte y perdición. Los gritos de desesperación se escuchan a lo lejos y para su último acto, la música toma su lugar con una composición de piano, con notas suaves y afligidas despidiéndose del espectador, indicándonos las emociones de desolación de cada uno de los personajes. La composición se agrava cuando volvemos a godswoods, el escenario final y decisivo en donde Theon siendo el último soldado en pie sigue defendiendo a Brann de la incesante llegada de los wights, mientras el Night King se acerca para dar el último golpe de batalla. Las notas son agudas y armónicas al momento que Brann o The Three Eyed Raven despide a Theon con un perdón “Eres un buen hombre. Gracias”. En lágrimas y con el último aliento, Greyjoy se prepara para su último ataque acompañado de notas agudas al piano.

Brann desprotegido, el drama crece con el Night King caminando hacia él, la fotografía nos ofrece un plano detalle de las manos del enemigo antes de encontrarse cara a cara con The Three Eyed Raven, entre ambos mantienen una conversación que no necesita palabras y al momento que el enemigo toma su arma para dar el golpe mortal, vemos una forma emerger de la oscuridad, la misma oscuridad que beneficio al enemigo es ahora la que se encarga de ser el elemento de su final. Arya Stark, rápida como una víbora y silenciosa como la sombra, salta por los aires empuñando la daga de acero valyrio, esa misma con la que Brann casi fue asesinado, la misma que dio inicio a la enemistad entre las casas de los Stark y Lannisters. La música se detiene al mismo tiempo que el Night King detiene a Arya del cuello y en un truco de pase de manos Stark derrota a la noche.

Como mencione anteriormente, el capítulo mantiene un arco narrativo similar a la batalla de Helm’s Deep, la estructura nos presenta a la desesperanza inicial, el último milagro, el temor, actos de valentía, la desolación de la inminente exterminación de un pueblo y el mundo en la era del ser humano. Así como Théoden se monta a la carga final en el mar de orcs junto a Aragorn, Gimli y Legolas al grito de “forth eorlingas” es también como Jorah Mormont, Lyanna Mormont y Theon Greyjoy se entregan a su muerte y su destino. Así como Gandalf resurge con refuerzos en el amanecer del este, es como Arya emerge de entre la oscuridad en un salto que renueva las esperanzas ya perdidas. La alianza de los elfos con Rohan como último milagro y Melisandre encendiendo arakhs y trincheras haciendo frente a la noche y el invierno, la lluvia torrencial y la tormenta de nieve, mujeres en las criptas, el enemigo triunfando haciendo caer los muros del castillo.

Por último, me gustaría volver a la primera imagen de las manos temblorosas de Sam, el momento en que el trabajo fotográfico nos guió donde mantener puesta la vista y al mismo tiempo como forma de presagio nos contaba como el final se desenvolvería, considerando que Arya derrota al Night King con un juego de manos, definiendo así el destino de la humanidad.

Gracias, Miguel Sapochnik.

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