Cumbre por el clima: Diplomacia y Deuda ecológica

Por: Agustina Elizalde

El 22 y 23 de abril se planea llevar a cabo esta cumbre virtual sobre el clima, el Presidente de Estados Unidos Joe Biden encargado de la jornada, invitó a 40 líderes políticos a nivel mundial, los cuales 5 son latinoamericanos, el presidente de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México.

La posibilidad de generar espacios en donde el tema central sea el clima facilita la posibilidad de poder trabajar en conjunto con distintos Estados y asi, llograr un accionar sincronizado para controlar o disminuir las emisiones de gases que afectan al clima y a la degradación de nuestra atmósfera. Se trata de cuestiones diplomáticas y simbólicas que son importantes, pero ¿Realmente construyen un cambio político concreto? A lo largo de la historia en distintas cumbres globales reina lo “políticamente correcto” y los discursos están cargados de positividad y una mirada poco auto-critica.

Bajo esa línea discursiva que aportan nuestros líderes mundiales, en donde no buscan realmente la solución al problema, porque por intereses económicos y estratégicos no conviene, se termina sin concretar medidas políticas que “resuelven” el problema de raíz. En la historia de la Cumbre del clima y eventos similares que tratan problemas ambientales, esta dinámica se da de manera frecuente, por lo general todas son exitosas en términos de campañas en contra del cambio climático y es bien recibida por la sociedad, pero, a la hora de revisar la agenda política de cada uno de los líderes que son participes encontramos poco y nada de la materia ambiental.

La participación hegemónica de nuestros políticos a nivel mundial es fundamental, porque todos los Estados deben tener una postura y un plan de acción. Ahora, en cuestiones de producción y contaminación, no todos los Estados tienen el mismo grado de responsabilidad, ni contaminan de la misma forma. Si nos vamos a datos puntuales, según la Agencia Internacional de Energía el ranking de los países que mas producen gases de efecto invernadero (fenómeno que degrada en mayor medida al clima) son:

 

Esos números, que poco entendemos las personas que no estamos especializadas representan las Emisiones totales de dióxido de carbono provenientes de la combustión de carburantes (millones de toneladas métricas). La recopilación de datos pertenece al año 2017 por lo que esos números actualmente aumentaron, recaemos que no es casualidad de que los países con mayor poderío industrial son los mayores emisores de gases, este ranking nos sirve de guía para tener en cuenta que las emisiones producidas no son iguales en todas las naciones, porque no todas llevan el desarrollo y la industrialización de la misma forma.

Por desigualdad histórica América Latina y el Caribe, no alcanzan los primeros puestos, ningún país categorizado como en “vías de desarrollo” es capaz de hacerlo (excepto india). La cuestión es que a la hora de poner en la mesa de debate global el cambio climático, es frecuente que la responsabilidad se adjudique de maneras iguales a todas las naciones, dejando de lado estos datos. Los lideres de las principales potencias buscan repartir el compromiso para que se difuminen sus roles activos y principales en la aceleración del cambio climático.

Organizaciones ambientalistas y ciudadanos marcharon contra el cambio  climático - Télam - Agencia Nacional de Noticias

No hay que recaer en desculpabilizar a los países menos emisores solo por desigualdad histórica, desde el ambientalismo creemos que la responsabilidad es compartida a nivel mundial, lo que varía es el grado de la misma. Los países latinoamericanos y el Caribe también deben tener compromiso en la causa, pero, reconociendo su posición en el tablero político y generando medidas que sean acordes a la coyuntura de cada Estado.
Por ejemplo, el día 20 de abril 170 organizaciones enviaron de manera conjunta una carta al presidente Alberto Fernandez, en pos de generar impacto y presión días previos a la cumbre, para lograr que Argentina se posicione firme frente a estas cuestiones.

Uno de sus fragmentos dice lo siguiente:

“En el plano internacional, esta Cumbre representa una oportunidad trascendental para poner en debate con los países desarrollados, los mayores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, y con los organismos internacionales de financiamiento, la restructuración de la deuda externa argentina, proponiendo invertir ese dinero en medidas de mitigación de gases de efecto invernadero y adaptación al cambio climático. Esta propuesta se basa en el principio internacional de responsabilidades comunes pero diferenciadas (institucionalizado en la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo 1992), reconociendo que existe una deuda ecológica histórica del Norte para con el Sur global.”

 

Este año la Cumbre recobrará un significado mas importante que las anteriores, por el contexto de crisis sanitaria y humanitaria, además, porque el socioambientalismo está adquiriendo un valor significativo para el sector político en estos últimos tiempos. Lo importante es celebrar estos eventos y reconocer su importancia, pero sin dejar de mirar las estrategias políticas que hay detrás.

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